La Nación
La más de las virtudes 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La más de las virtudes

«Cuando bebas agua, recuerda la fuente». Así reza el proverbio chino. Saber reconocer y agradecer de manera genuina y oportuna a quienes nos tendieron la mano en algún momento de nuestras vidas va más allá de un simple muchas gracias. Es sencillamente un gesto de reconocimiento por la acción recibida, pues como apropiadamente lo expresara el escritor Robert Brault: «No existe la gratitud no expresada. Si no está expresada, es una simple ingratitud».

Sobre esa base resulta conveniente hacer claridad respecto de la ostensible diferencia entre dar las gracias y ser agradecido. Si bien la primera se concibe como una de las más elementales reglas de trato social a la hora de relacionarnos, la segunda por su parte comporta gestos de grandeza y reconocimiento frente a las acciones recibidas por parte de otros.

La experiencia muestra y demuestra que quienes hacen gala de tan importante cualidad  reflejan un poder transformador, pues más allá de constituirse en predictor de felicidad y bienestar psicológico, como valor humano le da mayor sentido a la existencia. Ya lo decía Cicerón, el escritor romano: «Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás».

Es tal su importancia que expertos en comportamiento humano aseguran que existe correlación directa entre la práctica de la gratitud y el aumento de bienestar porque favorece la construcción de relaciones armoniosas y simultáneamente aporta numerosos beneficios a nivel físico y emocional.

Pese a ello en la sociedad contemporánea predomina la cultura de la ingratitud que conforme el refranero francés «es la madre de todos los vicios». De hecho, hay quienes no experimentan agradecimiento ni ante la vida y mucho menos ante quienes les brindan su apoyo y ello hace que con el correr de  los días terminen erosionando cualquier relación interpersonal y a la postre acaben solos.

A manera de reflexión los dejo con el inspirador pensamiento de San Juan Bosco: «Olvida los favores hechos, pero nunca los recibidos». Los invito entonces para que eduquemos desde la cultura de la gratitud, piedra angular para el establecimiento de relaciones positivas.