Tiene apenas año y medio, fue a acompañar a su madre al sorteo de las casas gratis de la urbanización Cuarto Centenario en Neiva con el Presidente Juan Manuel Santos, el Vicepresidente Vargas Lleras y otros altos funcionarios, pero ella se robó el show.
Estaba sentada en la mesa principal, en tarima, no entendía mucho de lo qué estaba pasando, pero la pequeña Dana Michel Quiñonez estaba acompañando a su madre Irma Quiñonez quien había llegado para salir beneficiada de una de las casas gratis que estaba entregando este martes en Neiva el Gobierno Nacional.
Esperó algunos minutos, jugó con unos palos, saltó, bailó al ritmo del jingle de las casas del Ministerio de Vivienda. Solo hasta que vio que el recinto se llenó de escoltas y policías del Presidente Juan Manuel Santos se quedó quieta.
Estaba de la mano de su madre, miraba para todos lados, estaba asustada con tanto ruido y no conocía a nadie, no se movía, no hizo ningún ruido.
Ingresó el mandatario con sus altos funcionarios, la vio y se enamoró de su inocencia. Se sentó a su lado, la abrazó, la acarició, se tomó fotos con ella y la convirtió en la ‘reina’ de la tarima.
Santos la invitó al sorteo, le enseñó a girar la balotera, le dijo cómo sacar la balota y dejó que ella le diera suerte a las primeras familias que se ganaron las casas gratis.
Al final la aplaudió, se despidió de beso, le extendió la mano y se fue, Dana Michel volvió con su madre, nunca supo lo que había pasado, solo se divirtió todo el tiempo, pero la historia dirá que un 7 de octubre en su visita al Neiva hubo una pequeña que le ‘robó’ el corazón al entonces Presidente de la República.