El presidente de la República, Iván Duque, tendría listo el documento final de la nueva política de seguridad ciudadana, la cual empezaría a regir a partir del próximo año. El objetivo sería reducir las cifras de delitos y el microtráfico de droga en las ciudades del país.
Uno de los puntos principales de esta política sería la incorporación de 34.000 policías más, para compensar el retiro de personal que se viene presentando en la institución luego de que el Consejo de Estado en 2018 determinara que los policías pueden pedir su retiro tras cumplir un periodo de tiempo de servicio entre 15 y 20 años.
Además, la Policía dejaría de prestar el servicio de seguridad en eventos masivos y solo brindaría apoyo en casos excepcionales. Los organizadores tendrían que encargarse de este tema contratando empresas privadas especializadas en seguridad.
La responsabilidad en los esquemas de protección a personas deberá ser asumida por la Unidad Nacional de Protección, los uniformados pasarán de lleno a cumplir funciones de vigilancia.
Otra de las estrategias que contempla esta política, es que las labores administrativas que se desarrollan en las estaciones de Policía, sean realizadas por auxiliares o personal en retiro. Por último, se tiene planteado el desmonte gradual de la Policía de Tránsito, para reubicar a estos uniformados en temas de seguridad y vigilancia.
Sin duda, el punto más polémico de esta política es multiplicar el pie de fuerza del Esmad, e intensificar su preparación. Según Blu Radio, habrá un enfoque especial en la formación de estos hombres sobre el uso debido de la fuerza y el respeto de los derechos humanos.
El Gobierno Nacional busca con esta nueva política, recuperar la seguridad en las ciudades y disminuir los indices de robos y controlar el consumo y tráfico de estupefacientes.