Al reconocer, respetar, comprender y aceptar con claridad dichas diferencias reduce drásticamente la confusión en la comunicación cuando se trata con el sexo opuesto. Al reconocer, respetar, comprender y aceptar con claridad dichas diferencias reduce drásticamente la confusión en la comunicación cuando se trata con el sexo opuesto. 
HEIDI LATORRE ADARME Especial LA NACION En el artículo pasado, se mencionaron algunas diferencias cerebrales entre hombres y mujeres, y sobre la importancia de conocerlas para mejorar la comunicación. En el libro “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus”, el escritor John Gray hace una importante descripción sobre ambos sexos. Plantea de una manera comprensible y metafórica esas diferencias, al destacar que hombres y mujeres parecieran ser de planetas diferentes, ya que en nuestros mundos hay varias cosas en las que diferimos, incluso en la manera de comunicarnos tenemos códigos diferentes que al no ser comprendidos, da lugar para erróneas interpretaciones, y puede llevar a que una relación de pareja, de amigos, se deteriore. De igual manera plantea que sin el conocimiento de su diferencia, los hombres y las mujeres se enfrentan unos a otros. En general nos sentimos frustrados o enojados con el sexo opuesto porque hemos olvidado esa verdad importante. Esperamos que el sexo opuesto sea más como nosotros. Sin embargo, también es importante tener presente que aunque los hombres y mujeres del planeta, tengamos la misma cantidad de cromosomas, y neurológicamente nuestro cerebro sea igual, me refiero a los hombres del Huila, al igual que los del Japón, van a tener un cerebro más pesado y voluminoso, aunque la inteligencia y la masa cerebral no guardan ninguna relación, y que en las mujeres opitas como las japonesas, el cuerpo calloso es más grueso, razón por la cual las mujeres utilizamos más palabras en la comunicación; culturalmente se pueden presentar diferencias en las relaciones de pareja , ya que los códigos de comunicación pueden variar de cultura a cultura. Pero más allá de esas diferencias culturales, estamos habitando un mismo planeta, ni los hombres viven en Marte y las mujeres en venus, aunque muchas veces pareciera que viviéramos en planetas distantes, ya que distante es la comunicación de muchas parejas. ¿Pero por qué parecería que se hablara en idiomas diferentes? El mismo autor comenta: Deseamos que “quieran lo que queremos” y “sientan lo que sentimos”. Hacemos equivalencias complejas de acuerdo a nuestros mapas mentales, esto significa que si para mí en una relación son importantes los detalles, al no recibirlos, significaría que no nos aman. O como dice John Gray, suponemos erróneamente que si nuestros compañeros nos aman reaccionarán y se comportarán de cierta forma, la forma en que nosotros reaccionamos y nos comportamos cuando amamos a alguien. Esa actitud nos dispone a sentirnos decepcionados una y otra vez y nos impide tomar el tiempo necesario para comunicar en forma afectuosa cuales son nuestras diferencias. Generalmente los hombres esperan erróneamente que las mujeres piensen, se comuniquen y reaccionen en la forma en que ellos lo hacen, y las mujeres esperan erróneamente que los hombres sientan, se comuniquen y respondan en la forma en que ellas esperan. Esto sucede porque hemos olvidado que somos diferentes, aunque tenemos derecho a vivir en igualdad de condiciones; y creo que es aquí donde se han presentado confusiones, porque algunas mujeres han creído que ser iguales, es actuar como actuaría un hombre. ¡Bueno! Aunque ese es otro tema; y cómo resultado de ese desconocimiento se crean conflictos innecesarios en las relaciones. Pero, al reconocer, respetar, comprender y aceptar con claridad dichas diferencias reduce drásticamente la confusión en la comunicación cuando se trata con el sexo opuesto. He escuchado en terapia decir: es que no me ama, ya no me quiere; y al preguntarle el por qué lo dice, es común escuchar: Es que no me llamó, no me dio ese detalle, etc. Y al conocer un poco más sobre la estructura profunda de la persona, realmente lo que se quiere es que la otra persona manifieste su amor, como lo expresaríamos, por lo tanto deseamos que el otro actué como nos gustaría que actuara. Es por esta razón que se presentan dificultades en la comunicación, porque al desconocer esas diferencias, los criterios, y lo que significa para cada uno el amor, y la manera en que cada uno tiene de expresarlo, se evitarían muchos conflictos en las relaciones. Pero para lograr una muy buena comunicación, es importante conocer esas diferencias personales. Diferencias que se pueden conocer en el noviazgo, etapa de ese conocimiento personal; aunque ya en la vida de pareja es algo que se debe continuar haciendo, precisamente para entender los mundos complejos de cada quién. Para que esas diferencias nos complementen, es importante tener en cuenta: 1. Reconocer las diferencias cerebrales, y especialmente tener presente que el hombre no es más inteligente a la mujer y viceversa, simplemente tenemos maneras diferente de reaccionar y expresar nuestros sentimientos. 2. Que no se puede pretender que los otros actúen como quisiéramos que actuaran, o cómo creemos que deberían actuar, somos mundos diferentes. 3. La mejor manera de conocer esas diferencias es a través de una buena comunicación, para ello es importante saber qué es lo que quiero comunicar y para qué lo quiero comunicar. Es importante hablar siempre de en primera persona. Por ejemplo: “yo siento que…” Esto implica que estoy hablando desde mi yo interno, y hablar de lo que yo siento, en vez de recriminar al otro, nos permite tener una comunicación mucho más profunda: “es que tú me dijiste. En vez de “yo siento que lo que tu dijiste…” Estoy hablando desde mi punto de vista con toda responsabilidad, y al aceptarla, tenemos el poder de cambiar de opinión. El hablar de mis sentimientos implica una apertura hacia el otro, invitándolo a que él también lo haga. 4. Cuando hablemos de nuestras diferencias, hay que ser honestos, hacerlo con responsabilidad, con mucho amor aceptando que somos diferentes, pero que precisamente son esas diferencias las que nos complementan y hacen más interesantes las relaciones humanas. *Psicóloga – Máster of NLP™ Licensed advanced of NLP™ & Coaching Este 21 de Julio, Taller de Programación Neurolingüística “HOMBRES DE CAMBIO” Porque el Bien-estar, también te pertenece. Informes e inscripciones: Cel: 3142202067. Email: hala1205@hotmail.com .
