Sin embargo, su accionar delictivo quedó al descubierto meses después de una ardua investigación por parte de las unidades de la Sijin de la Policía Metropolitana de Neiva.
‘Las Diosas o los Perros’, una banda delincuencial, dedicada al tráfico de estupefacientes, fueron por largo tiempo los reyes del narcomenudeo en el centro de la ciudad de Neiva.
Su accionar delictivo estaba centrado en inmediaciones de la Carrera Segunda con Calle Séptima. Allí, utilizando cualquier tipo de artimañas lograban camuflar la droga para luego ser vendida en dosis personales a transeúntes y constantes visitantes de las casas de lenocinio que en la noche funcionan en el lugar.
El expendio
Sin embargo, las constantes denuncias de habitantes del sector alertaron a las autoridades para que interviniera.
“Se dio inicio a la investigación por la frecuente queja de la ciudadanía de la existencia de un expendio de estupefacientes, dándose inicio a la investigación con la Fiscalía Especializada Unaim, donde se identificó a unas personas que ejercían esta actividad delictiva en el sector, generando inseguridad a las los transeúntes de esta zona del centro de la capital huilense”, explicó uno de los investigadores del caso.
Fue allí que lograron identificar que efectivamente se dedicaban al tráfico de estupefacientes en menores cantidades.
Esta situación generaba mayor tráfico de personas consumidoras de estupefacientes y de aquellas que se dedican al hurto.
‘Las Diosas’
Estas personas en su mayoría mujeres, se dedicaban al expendio de clorhidrato de cocaína más conocido como el ‘perico’, el bazuco y marihuana.
De acuerdo con uno de los investigadores del caso, en el lugar se ubicó a los responsables de esta actividad. Dos de ellos eran los líderes, juntos con sus respectivos expendedores, fu así que se dio inicio libraron las respectivas órdenes de captura emitidas por la Fiscalía.
Existían elementos probatorios suficientes que daban fe de que las personas previamente analizadas eran los responsables de expendio de estupefacientes ubicado en la carrera Segunda con calle Séptima en el centro de la ciudad de Neiva.
En total había nueve personas mayores de edad y un menor que era utilizado por los miembros de la organización para que transportara y vendiera la sustancia. “Era una estrategia de venta para ellos y así no ser ‘pillados’, tan fácil por las autoridades competentes”.
Estas personas comercializaban sustancias estupefacientes, quienes fueron identificados e individualizados y filmados en varias oportunidades, momentos en que vendían la sustancia ilícita a las diferentes personas que transitan por el sector, en especial a los habitantes de la calle y menores de edad.
Los autores de este ilícito son nueve personas entre ellos un menor de edad los cuales se describen con sus respectivos perfiles dentro de la organización delincuencial.
El cabecilla de la organización fue identificado como Edinson Serrato Guevara conocido con el alias de (perro sonso) quien era la persona que lideraba la organización y recibía el dinero producto de la venta de los alucinógenos que se comercializaba por parte de los otros integrantes.
Inmírida Arango conocida con el alias de (la gorda) la cual era la encargada de controlar y supervisar la venta de sustancia estupefacientes de los demás integrantes.
Ángela Juliet Sánchez conocida con el alias de (Ángela) era la encargada de dar aviso de la presencia policial “Campanera” y de igual forma expendía sustancias estupefacientes en pocas ocasiones.
Asimismo, Anyi Viviana Arango conocida con el alias de (Anyi) daba aviso de la presencia policial ‘campanera’ y de igual forma expendía sustancias estupefacientes en pocas ocasiones.
Eliana Lucia Becerra conocida con el alias de (Eliana) era la encarga de expender sustancias estupefacientes de (alias la gorda).
La red también la conformaba Erika Constanza Losada Acosta conocida con el alias de (Erika) encargada de expender estupefacientes en pequeñas cantidades.
Al igual que Maglloly Hernández Betancur conocida con el alias de (Maglloly), Diego Raúl Garzón Becerra conocido con el alias de (el chato) quien era el encargado de transportar y entregar la sustancias estupefacientes a alias (Erika) en el punto de venta.
Por último estaba alias Johan o Andrés menor de edad, quien se encargaba de expender sustancias estupefacientes en pequeñas cantidades.
Según conoció LA NACIÓN, Los ocho integrantes mayores de edad de la organización delincuencial se encontraban requeridos por notificación de circula azul por Interpol.
Modus Operandi
Con el fin de evadir la acción de las autoridades, estas personas utilizaban diversas estrategias, para ocultar la sustancia ilícita en el sector; como son las raíces de los árboles, en los techos de las casetas, en las puertas de los diferentes establecimientos públicos, sobre los andenes, en los postes del alumbrado público y alcantarillas.
“Llegaban a partir de las 10 de la noche hasta las 05:00 de la mañana, utilizaban diferentes estrategias, una de ellas era la de ocultar las sustancias debajo de las puertas de los negocios aledaños, en las alcantarillas, postes del alumbrado público, en los techos, paquetes de chitos”. De acuerdo con los investigadores del caso, estas personas utilizaban pocas sustancias para evadir los controles de la Policía.
Prontuario
“Edinson Serrato Guevara, el líder de la organización era bastante conocido, llevaba varios años delinquiendo, buscaba personas para que le expendieran y él solamente lucrarse”, narró el investigador.
Las autoridades señalan que Serrato Guevara, No tenía antecedentes, pues siempre fue muy estratégico en su modalidad delictiva.
La segunda persona, alias ‘La Gorda’, ya tenía sus antecedentes por el delito de estupefacientes. Delinquía junto con una hija que tenía antecedentes.
Dentro de la organización había una persona que era consumidora, la cual era utilizada para que transportara la droga.
Golpe certero
La operación que permitió la desarticulación en su totalidad de la banda delincuencial ‘Las Diosas’, duró ocho meses, tiempo en el que investigadores de la Sijín de la Policía Metropolitana de Neiva, recolectaron los pruebas suficientes para las capturas.
La investigación inició el 28 de enero de 2014 y culminó el 25 de septiembre. Ese día la Fiscalía, terminó librar órdenes de captura contra estas personas al establecer que había los elementos probatorios suficientes para adelantar la judicialización de los mismos.
Estas personas en su momento se allanaron a cargos, siendo condenados a penas de 6 a 9 años de prisión, dependiendo el grado de responsabilidad de cada uno.
Dentro del proceso investigativo se adelantaron diversas actividades que permitieron la vinculación de estas personas dentro del proceso judicial que se les adelantó.
“Se hicieron varias caracterizaciones para que agentes de la Sijín pudieran acercarse a adquirir estos estupefacientes sin levantar la más mínima sospecha. Se utilizó un disfraz de habitante de la calle para que estas personas no desconfiaran. Se hicieron allanamientos para vincular las evidencias suficientes y así demostrar que ellos utilizaban estas sustancias para ejercer esta actividad”, explicó la fuente.
Según se conoció, una dosis de bazuco era vendída a mil pesos, una bolsa de marihuana a igual precio y un tubo de clorhidrato o conocido como perico estaba alrededor de los 10 y 15 mil pesos.
La distribución la hacían desde las 10 de la noche hasta 5 de la mañana, dejando ganancias aproximadamente de 600 mil pesos diarios.
En el sector ahora se percibe una sensación de seguridad, aunque siempre ha sido un sector bastante movido en la noche. Hasta el momento no se tiene identificado una nueva estructura delincuencial.
Según cifras entregadas por la Policía Metropolitana de Neiva para el año 2014 se incautaron un total de 2, 449,092 gramos de marihuana, 13.482 gramos de bazuco, 63.086 gramos base de coca y 31.195 gramos de cocaína.