LA NACIÓN dialogó con la narradora, ensayista y profesora colombiana Beatriz Helena Robledo, quien se refirió a la manera en cómo la educación en el país viene abordando los procesos de lectura y escritura en las aulas de clase. LA NACIÓN dialogó con la narradora, ensayista y profesora colombiana Beatriz Helena Robledo, quien se refirió a la manera en cómo la educación en el país viene abordando los procesos de lectura y escritura en las aulas de clase. Robledo, quien dirige desde 1997 la Asociación ‘Taller de Talleres’, entidad que trabaja para promover la escritura infantil y juvenil, habló también de la necesidad de modernizar los procesos de formación de los niños y jóvenes huilenses. PRENSA ESCUELA LA NACIÓN, NEIVA “Las instituciones educativas del país, no es un tema sólo de Neiva, han abordado la escritura como una camisa de fuerza que se pone para obligar al niño a escribir perfectamente desde el principio”. Con esa contundente frase, la subdirectora de la Biblioteca Nacional, Beatriz Helena Robledo, durante su visita a Neiva, se refirió a la manera en cómo se desarrollan los procesos de formación en lectura y escritura en el aula de clase. La directora de la Asociación ‘Taller de Talleres’ compartió con docentes del Huila reflexiones sobre el qué hacer del ejercicio docente en los procesos de enseñanza de la población estudiantil del departamento, durante el taller al que fue invitada por el Banco de la República. Robledo, autora de la biografía ‘Rafael Pombo: la vida de un poeta’ y de grandes libros como ‘Antología de poesía infantil colombiana’, ‘Al encuentro del lector, por una escuela que lea y escriba y literatura’, en diálogo con LA NACIÓN dijo además que enseñar la lectura y la escritura a la fuerza va contra la naturaleza misma de los procesos de formación académica de los niños y jóvenes de la región y del país. ¿Cómo hacer lúdico el proceso de escritura? Beatriz Helena: La escritura está ligada con la lectura. Es necesario reflexionar, en primer lugar, cómo estamos aplicando la lectura como proceso, cómo estamos enseñando a escribir, cómo se aprende a escribir. Hay muchas técnicas y estrategias para hacer más llamativo el proceso de escritura. La sensibilización de los sentidos para escribir textos a partir de la observación, de la escucha. Otra de las técnicas muy útiles es la recreación de textos tradicionales, de la cultura, cómo dialogo con esos textos y le hago el cambio del final o de recrearlos a través de parodias. Todo esto es lo que llamamos “disparadores creativos” y herramientas para facilitar la escritura. ¿Debe haber un vuelco en los procesos de enseñanza de lectura y escritura? Las instituciones educativas del país, no es un tema sólo de Neiva, han abordado la escritura de una manera mecánica, como una camisa de fuerza que se pone para obligar al niño a escribir perfectamente desde el principio, algo que va en contra de la misma naturaleza de la escritura. Con los docentes de Neiva hemos estado reflexionando y lo que se concluye es que sí hay una necesidad de renovar la pedagogía de la escritura en la escuela, de hacerla mucho más cercana a cómo ocurre la escritura en los ámbitos sociales y culturales, el escritor se toma su tiempo, tiene un proceso, es lector. Es necesario que la escuela le abra las puertas a las prácticas sociales y culturales en los procesos de enseñanza de la lectura y la escritura. ¿Cómo renovar las prácticas pedagógicas? Se logra generando dentro de la escuela proyectos de lectura y escritura concretos, que tengan un propósito comunicativo definido y una posibilidad de que los textos se publiquen, sean leídos por otros. Eso quiere decir que se debe dejar de abordar la escritura como una mecánica, simplemente por aprender a escribir. El reto es diseñar proyectos de escritura concretos y reales, ya sea de creación de historias, libros de cuentos, periódicos escolares, recetas, etc. Desarrollar talleres de animación, en la medida en que sean útiles para generar escritura a partir de la lectura. Si yo leo, habito los textos y los transformo, estoy nutriendo a los chicos de todo ese bagaje y del conocimiento de la lengua que tiene la literatura. ¿Los niños y jóvenes de hoy son más audiovisuales y recurren menos a la lectura? Es bueno ser audiovisual. El problema y la discusión giran en torno a cómo aprovechar esa condición audiovisual de los muchachos, para incorporar ese lenguaje al lenguaje escrito; por ejemplo, escribir un guión para una película o cómo podemos armar proyectos multimediales en el que se incluya la escritura pero también la fotografía, el video, la música. Todo ese universo audiovisual se está dando muchísimo, lo que pasa es que los chicos lo usan fuera de la escuela. ¿Qué tan estrechos son los vínculos entre la escuela y los estudiantes? Un llamado de atención que hacen los conocedores del tema es que la escuela no puede seguir de espaldas a lo que le está pasando a los jóvenes y lo que ellos piden. Los chicos hacen uso del internet y allí encuentran un mundo de posibilidades y herramientas que no tienen la mejor orientación. El papel de la escuela es buscar la manera de aprovechar esos medios masivos al máximo, cómo orientarlos para brindarle un uso más objetivo. Es importante que los muchachos dejen de ser sólo consumidores de los productos multimediales y que pasen a producir contenidos, pero acompañados de la experiencia literaria. Los chicos suelen rechazar los textos largos. ¿Es necesario acudir entonces a los textos cortos? No se trata de textos largos o cortos. Lo que hay que hacer es acompañar al lector. Yo me puedo embarcar en la aventura de leer El Quijote con el curso que tengo, pero cómo es esa aventura, cómo voy a garantizar que ese viaje sobre la lectura sea grato, tenga sentido para los chicos. Para eso es clave que el maestro se transforme en un buen lector, para que acompañe los muchachos a leer. El problema no está en trabajar textos largos o que la solución sea manejar textos cortos, esa no es la fórmula. El secreto está en la calidad de la lectura que hagamos, en el acompañamiento, en brindarles las herramientas a los estudiantes, leer con ellos, comentar los textos y recrearlos. Así el camino es mucho más agradable y los chicos van a tener vivencias gratas frente a la lectura. Muchas veces vacunamos a los estudiantes contra la lectura con esa obligatoriedad, con ponerlos contra las cuerdas para que aborden textos largos y complejos, los mandamos a leer solos y medimos los resultados con una nota, entonces lo que estamos haciendo es generar un rechazo porque la lectura es un acto de libertad, entendiendo que libertad no es leer lo que quiera el chico, sino acompañarlo para que desarrolle un criterio y sepa qué es más o menos productivo leer. ¿Son importantes los medios de comunicación escolares? Todos los proyectos de medios escolares son bienvenidos, ojalá se incorporaran mucho más al aula de clase. Hay muchas maneras de escribir, de leer y en todos los actos creativos de la persona están presentes estos dos procesos. Es importante partir de las necesidades y de los intereses de los chicos, qué les llama la atención, para a partir de esos medios empezar a cualificar eso, en vez de rechazarlo e ignorarlo. Es clave entender que todo proceso en el aula no debe ser regido por lo que el maestro impone, sino que la formación es un proceso en el que los estudiantes también proponen, dejan de ser espectadores y se convierten en actores de su propia educación. ‘El Muro’ Amparo Andrade, docente de la Institución Educativa ‘Roberto Suaza Marquínez’ del municipio de El Hobo: “Es importante interrogarnos sobre nuestro rol de maestros, porque eso nos lleva a confrontar nuestros propios planteamientos al respecto de la escritura y la lectura. En segundo lugar, nos invita a transformar nuestras prácticas y hacer que los niños vivan de una manera más agradable la posibilidad de comunicar, que es fundamentalmente el sentido de la lectura y la escritura”. “Hoy, los chicos van por un lado y lo que queremos enseñar por otro. La cuestión es cuál es el esquema o el imaginario que como docentes tenemos en relación con los jóvenes y la lectoescritura, cuál es la relación que se está dando hoy día con lectura y producción de textos”. “Tenemos unos estudiantes que tienen una relación con la lectura mediada por los video clips, por las imágenes rápidas, por las palabras que no se escriben completas en los chats de las redes sociales”. “El reto es cómo ayudamos a que los procesos comunicativos, lo que los chicos necesitan decir y compartir, se lleve a cabo con buen uso del lenguaje, con una relación mediada por la literatura desde la perspectiva oral hasta la que brindan los textos más elaborados y que representan para los chicos retos que deben asumir de manera voluntaria y grata”. Aníbal Plazas Barreiro, docente de la Institución Educativa IPC ‘Andrés Rosas’ de Neiva: “La educación ha venido herrando al insistir en un trabajo de formación tradicional, le ha apostado al caballo equivocado, porque sigue siendo formalista, se rige por lo que el Estado impone y se dejan de lado aspectos como la creación, le elaboración”. “Eso genera un choque entre la escuela y el estudiante, porque mientras al chico se le lleva por un camino en el aula de clase, en la práctica los medios de comunicación y el internet los está llevando por otro”. La televisión, el internet no son perjudiciales, lo que pasa es que la escuela no ha incluido estos medios a la dinámica misma de los procesos de formación, no hay un engranaje que permita llevarlos en el plano de lo práctico al salón de clases. El internet tiene muchos contenidos; en ese sentido, lo importante es guiar el muchacho hacia ciertos portales para que los lean y a partir de eso hacer un trabajo de producción en el salón. Cuando se recurre a un medio de comunicación en el aula, éste acerca al estudiante a su cotidianidad, a su entorno y a que tenga en cuenta que dentro del contexto de la institución educativa él es importante. 
La investigadora Beatriz Helena Robledo manifestó que la escuela no puede seguir de espaldas a lo que le está pasando a los jóvenes y lo que ellos piden. 
Fijar la mirada hacia los temas que les interesa a jóvenes y niños, recomendó Robledo. 
Durante su visita a la capital huilense Robledo, experta en procesos de formación de lectura y escritura infantil y juvenil, socializó algunas técnicas para modernizar los procesos de enseñanza en el aula de clase.
