Desde 1993, Alison Lucía Cortés Cardona trabaja por la educación en la capital huilense. Es la fundadora de tres colegios y por sus manos han pasado alrededor de 1.500 niños, hoy muchos de ellos ya profesionales. En diálogo con LA NACIÓN contó su historia y las razones por las cuales sigue trabajando por la niñez neivana.
Jhoan Sebastián Salazar
Alison Lucía Cortés Cardona es una docente que lleva 29 años trabajando por la educación en Neiva. Aunque nunca se imaginó que iba a fundar tres colegios, toda esta historia comenzó por su hija, que en la época de 1993, solo tenía un año de edad. En diálogo con LA NACIÓN cuenta cómo fueron sus comienzos y todo lo que ha transitado en la educación.
¿Cómo fueron sus comienzos en la educación?
Yo empecé estudiando Licenciatura en Educación Preescolar, y cuando estaba terminando la carrera, comencé a buscar colegio para mi hija, que en ese tiempo tenía un año, pero no conseguía lo que yo quería, que era básicamente que las personas que atendieran a los niños tuvieran amor y voluntad con ellos, pero no lo encontré. Entonces desde ese momento comencé a emprender con un colegio que se llamó “La Gótica del Saber”.
Con ese colegio empecé en la casa de mi mamá en el barrio Sevilla. Yo abrí matriculas en noviembre de 1993 y comencé con 3 niños. Ya en enero y febrero, el colegio tuvo un crecimiento significativo, por lo que tuve que contratar otra docente y armar dos grupos. Con el pasar de los años, fuimos creciendo más y más y en 1997 fundé el Colombus American School. Con este colegio iniciamos en el barrio Sevilla, luego lo ubicamos en el centro y actualmente está en la vía Neiva-Rivera. Con mi exesposo trabajé hasta el 2015 cuando nos separamos formalmente y le vendí el 50% del colegio.
¿De dónde nació la idea del colegio Lion Hill School?
Con la venta del 50% del Colombus American School, comencé un nuevo proyecto, que hoy es conocido como el Lion Hill School. Construí esto porque me gusta trabajar en mí pasión, que es la educación. Esta propuesta comenzó en el 2019, se tomó la decisión de cerrar “La Gótica del Saber” por el crecimiento que estábamos teniendo. Vengo trabajando con niños hace 29 años y es un tiempo que me ha permitido verlos crecer y convertirse en grandes profesionales.
¿Qué significan para usted los niños?
Los niños son todo, son mi vida. Ellos son amor, responsabilidad, son ángeles, bendiciones de Dios. Los niños son lo mejor del planeta, ojalá nosotros los adultos fuéramos como ellos, que soñáramos como ellos lo hacen.
Usted lleva 29 años trabajando como docente, ¿qué diferencia hay entre la educación de antes a la de hoy?
Un cambio total. La educación es como la medicina. Yo no podría comparar lo que trabajaba con los niños hace 29 años a lo que se trabaja hoy en día. Cada vez la educación va cambiando en el sentido de que los niños aprenden más desde el hacer. Anteriormente el aprendizaje era más que el niño recibiera la información y la mecanizara, pero hoy en día eso ya no existe.
Otra cosa son los mimos niños, ellos han cambiado mucho, por lo que nosotros los educadores tenemos que estar a la vanguardia de los cambios que ellos van teniendo para poder trabajar de una manera adecuada.
¿Le ha faltado algo por cumplir en estos 29 años?
Yo quiero seguir estudiando, me gustaría avanzar mucho más porque la educación tiene muchas aristas, la educación tiene muchos métodos que quizás hoy yo no conozco, hay mucha cosa que me falta por aprender.
Finalmente, ¿cuántos niños han pasado por sus manos en estos 29 años de docencia y qué significa para usted la educación?
Comienzo por la última, la educación es la apuesta que le damos nosotros a un futuro mejor, porque si no hay educación y si tenemos personas analfabetas en un futuro, son chicos y chicas que no van a saber qué hacer con su vida, son personas que no van a saber cómo servirle a una sociedad. Con respecto a la primera pregunta, yo creo que por mis manos han pasado alrededor de 1.500 niños en todo el transcurso de mi profesión.