La Nación
COLUMNISTAS

Mis propias conclusiones

Participe en la Convención Conservadora, convocada pese a sus esfuerzos, por el directorio nacional, mermelado desde luego, directorio espurio, hace más de 2 años se le venció el periodo, pero apoltronados en sus propios intereses personales, han omitido convocar las instancias del partido, para revisar su mandato. Desde luego, que con el actual estado de cosas, mal harían en convocarlo, se les dañaba el negocio con Santos.

Fue convocada estratégicamente tres días antes de la Asamblea de la U, precisamente porque estaban convencidos de que llevarían en bandeja de plata, la cabeza del Partido de Caro y Ospina, para continuar con la dicha.

Les salió el tiro por la culata. Alegan ahora ilegalidad de convención, sencillamente porque creyeron que la sola presencia de ellos, era suficiente para avalar las decisiones allí adoptadas. Falsa ilusión. Las masas del partido estaban y están absolutamente indignadas, tan humilladas por el accionar de los dirigentes, que cualquiera de ellos que hubiera pretendido intervenir para justificar la alianza morbosa con Santos, generaba la misma reacción en contra de los convencionistas, como efectivamente sucedió con Gerlein, otrora gran dirigente, hoy un vulgar senador, homicida del partido, como otros muchos, que todavía tienen la desfachatez de aspirar nuevamente en nombre del conservatismo al congreso, sin el más mínimo reato y ante el cinismo más descarado.

Desde luego, era lógico entender, la solidaridad de los congresistas mermelados con Gerlein ante el rechazo masivo para seguir humillando al partido, con propuestas indeseables, optaron por retirarse del recinto, y se creen tan útiles y necesarios como dirigentes, que sin la presencia de muchos de ellos, la mayoría, ordenaron el retiro de los convencionistas afectos, sin lograr su cometido; votaron por candidato propio y por Martha Lucía Ramírez.

Debo resaltar el valor del Representante Carlos Augusto Rojas, hasta el final. Qué valor, esas épocas cavernarias de dar órdenes a borregos, contra el derecho a deliberar era desconocido, falsa ilusión.

La convención, contrario a los detractores mermelados, es legal de principio a fin. Invocar ahora que la razón de la mermelada es creer que Santos es el propietario de la paz, es un raciocinio cínico y siguen creyendo que los demás somos estúpidos, cuando es un derecho y un deber de los colombianos, todos queremos la paz, y no un documento iluso de La Habana.

En consecuencia, pese a que no tengo votos, invito a los huilenses a votar para Congreso, por las listas de Uribe Centro Democrático; votar por candidatos conservadores asesinos del partido, me produce náuseas como decía Sartre, es contribuir con el suicidio colectivo.