De los 632 días, 90.29 semanas, 20.74 meses y 1.73 años, a mi juicio y el de miles de colombianos que marchamos y millones que estamos en desacuerdo con el desgobierno de Petro, quedó demostrado con los ríos de gente que salieron a la calle a mostrar su descontento, con el Nerón criollo, el Calígula Cienagadorense, el Chávez ancestral (reúne varios de los rasgos de la personalidad de los anteriores); que el mejor día de su presidencia no fue exactamente el 21 de abril. La sociedad en masa manifestó su descontento, todos los sectores gremiales alzaron su voz, sonaron los pitos y cornetas en señal de protesta.
Hoy se va a medir el pulso real de lo que el pueblo quiere, estamos frente a una marcha espontánea como la del 21 de abril vs. una marcha prepago. Que, aunque todos los años se programa y se realiza la protesta en conmemoración por el grupo de obreros en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, en el año de 1886, cuando se reunieron con el objetivo de reivindicar sus derechos laborales y luchar en contra de las precarias condiciones y largos turnos de trabajo a los que eran sometidos; el día de hoy en Colombia la marcha tiene un contexto y un tinte político, social, económico y estratégico diferente.
Pues varios sindicatos de trabajadores y centrales obreras prefieren conservar su autonomía e independencia antes de caer en el juego de poderes que plantea el déspota huésped de la casa de Nariño, quien pretende apoderarse del día tergiversando su verdadera intención. Sacará a las enmermeladas comunidades indígenas del Cauca, al dividido FECODE, CUT, entre otros; ya que el pronunciamiento de otros sindicatos y centrales obreras fue “no marchamos”.
Sin lugar a duda está en tela de juicio el futuro democrático, incluyente y participativo de los colombianos; hubo posiciones firmes mientras otras no tanto, unos partidos políticos lo que no acordaron dialogando, lo resultaron aprobando en el Senado de la República por cuenta de espesas confituras afrutadas con cargas sacarosas extremas.
El Presidente debe convocar a como dé lugar, no obstante, veremos las típicas protestas feminazis, desmanes del colectivo terrorista “primera línea”, estaciones de transporte público, cajeros automáticos y otros bienes y servicios vandalizados, como es común y corriente en ALGUNAS desadaptadas mentes comu-progre-socialistas, espero este párrafo lo lean entre líneas y le den la interpretación que corresponde.
No me resta más que gritar mañana desde mi casa, redes sociales y lugares apartados y tranquilos FUERA PETRO, salvándome del riesgo de ser atracado, atacado o quizá trabado en la marcha que gritará una vez más 6402. ¡Palabra de espartano!