La Nación
No malgastemos en vano 1 4 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

No malgastemos en vano

«La crisis mundial del agua no está simplemente por llegar, ya está aquí, y el cambio climático no hará más que empeorarla». Inquietante afirmación de Henrietta Fore, exdirectora ejecutiva de UNICEF que en las actuales circunstancias cae como anillo al dedo cuando los niveles de los embalses experimentan una disminución significativa de su capacidad y se aproximan al nivel crítico, al extremo de encontrarnos ad portas de un eventual racionamiento energético ante la escasez de lluvias a raíz del fenómeno de El Niño.

Así las cosas, la actual coyuntura por la que atraviesa nuestro país sí que nos debe llevar a la reflexión acerca del abuso desmedido o más bien el despilfarro en el ámbito personal y doméstico que día a día hacemos de tan importante recurso vital, esencial para la subsistencia de todos los seres vivos, cuando la verdad sea dicha, sino llevamos a cabo acciones de cambio a nivel colectivo y hacemos uso responsable de tan invaluable recurso, en algún momento podría agotarse.

«La falta de reconocimiento de su valor» advierte la ONU «es la principal causa de su mal uso y desperdicio». En efecto, con frecuencia damos por sentado que, como la vida o la salud, siempre tendremos agua a nuestra disposición y solo cuando escasea es que le damos su verdadero valor. Lo único cierto es que hacemos parte de un sector muy privilegiado puesto que no todos tienen la suerte de tener acceso a tan preciado líquido vital.

De hecho, un nuevo informe de la UNICEF da cuenta de las desigualdades en el acceso, disponibilidad y calidad en materia de agua. Al respecto subraya que «en todo el mundo, más de 1.420 millones de personas, incluidos 450 millones de niños, viven en zonas donde la vulnerabilidad hídrica es alta o extremadamente alta». Lo anterior para significar que «1 de cada 5 niños en el mundo carece de agua suficiente para satisfacer sus necesidades diarias».

Sea esta la oportunidad para que, desde el marco de la cultura de la corresponsabilidad, desarrollemos buenas prácticas dirigidas a optimizar el uso del agua, generando conciencia en las nuevas generaciones respecto de la importancia del manejo eficiente y uso racional de tan valioso recurso, para llevar a buen puerto un propósito en el que todos, como sociedad, tenemos nuestra cuota de responsabilidad.