La Nación
Polémico hotel de La Tatacoa fue excluido de Bienal Nacional de Arquitectura 2 26 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

Polémico hotel de La Tatacoa fue excluido de Bienal Nacional de Arquitectura

Confirmado. La Sociedad Colombiana de Arquitectura retiró el proyecto del empresario Frank Corredor, nominado al codiciado galardón nacional. La agremiación confirmó que el promotor turístico, inició los trámites para la construcción de Bethouse -Casa de Huéspedes Ilustres, al parecer, por fuera de la zona de reserva.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

El complejo hotelero Bethel Bioluxury Hotel, ubicado en el corazón del desierto La Tatacoa, no podrá concursar en la próxima Bienal Nacional de Arquitectura, programada para el próximo mes en Cartagena.

La Sociedad Colombiana de Arquitectos, organizadora del evento nacional, lo excluyó finalmente, por los conflictos legales que afronta actualmente, confirmó su presidente, Alfredo Reyes Rojas.

El exótico hostal alcanzó a ser seleccionado en la categoría ‘Proyecto Arquitectónico’ con otras 32 propuestas escogidas por un jurado calificador de reconocida trayectoria internacional, entre ellos el mexicano Enrique Norten, Adib Cure, Gloria Serna, Hernando Vargas Caicedo, Ricardo Navarrete, Hildelgard Vásquez, Alberto Saldarriaga, Gilma Mosquera y Doris Tarchopulos.

El proyecto fue escogido con otros 117 proyectos seleccionados en nueve categorías que aspiran este año al Premio Nacional de Arquitectura, el ambicionado galardón para los profesionales del sector.

La Bienal, el máximo evento académico de la agremiación destaca principalmente los mejores proyectos cuya calidad contribuye a “preservar y mejorar los valores urbanos, históricos, ambientales, sociales y culturales del medio en el cual han sido realizados”.

Entre otras razones, el representante legal, Frank Corredor Rincón, se postuló por haber sido construido en los últimos cinco años, ser amigable con el medio ambiente, utilizar material ‘reciclable’ y aportar innovación desde el punto de vista estético, ambiental, tecnológico y social, independientemente de su escala, uso y complejidad.

Sin embargo, cuando estaba en el cierre de la convocatoria, la reacción de los arquitectos huilenses originó la intempestiva exclusión.

De hecho, diez expresidentes pusieron el ‘grito en el cielo’ por la serie de conflictos legales, sociales y ambientales que enfrenta actualmente y que está ‘ad portas’ de su demolición como uno de los grandes infractores ambientales.

Aunque ahora cambió de nombre y se promociona como Bethouse – Casa de Huéspedes Ilustres, la CAM ordenó la demolición en un plazo de diez meses, lo conminó a realizar las acciones de restauración de la zona ambiental y le impuso una multa de 798,99 millones de pesos.

La medida, en suspenso mientras se tramita el recurso de reposición ante la misma CAM, lo deja ‘sub júdice’ y al borde de la dura sanción.

“El arquitecto Corredor aportó  algunos documentos diciendo que cumplía con toda la normatividad y quienes se opusieron no allegaron documentación que dijera lo contrario”, aseguró el director de la Bienal, Felipe Enciso.

No obstante, la Junta Directiva de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, atendiendo los reclamos de sus colegas, reconsideró la nominación y lo excluyó de los aspirantes al Premio Nacional de Arquitectura, por no cumplir, entre otros con la legalidad del proyecto.

Las razones

“Evaluados los anteriores documentos y escuchados los argumentos de los responsables del proyecto y en virtud de que la Sociedad Colombiana de Arquitectos, tiene la responsabilidad de garantizar la absoluta transparencia, la probidad de sus actuaciones, la estricta legalidad de las obras participantes en la bienal y la conservación del patrimonio reputacional propio y de la bienal, ha decidido unánimemente en el seno del Comité Académico y Científico que acompaña la realización de la bienal que la participación del proyecto Bethouse – Casa de Huéspedes Ilustres, inscrito bajo el código PA- 100623 incumple un requisito legal básico y esencial para demostrar que la obra no se ajusta al requisito de obra construida de acuerdo con la normatividad legal vigente”, afirmó el presidente de la agremiación, Alfredo Manuel Reyes Rojas.

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Alfredo Reyes Rojas, presidente SCA.

“Por lo anterior, la SCA se ve en la penosa obligación de retirar el proyecto como participante en la XXVII Bienal Colombiana de Arquitectura y Urbanismo 2020 e insta a sus diseñadores y constructores responsables, a sujetarse al estricto cumplimiento de las normas legales colombianas en materia de licenciamiento de proyectos para construcción”, concluyó.

La decisión fue notificada el viernes pasado al arquitecto Frank Corredor, marginado a última hora, el evento académico.

 

Falsa motivación

Aunque el proyecto arquitectónico fue presentado a los organizadores de la Bienal por el “uso de material vegetal reciclado para la construcción de la infraestructura, ajustado a la protección del paisaje, otras fueron en el fondo, las observaciones que formularon los expertos de la autoridad ambiental para justificar su desmonte.

En primer lugar aseguraron que hubo indebida intervención e invasión de canales naturales: se han construido estructuras y senderos en tabla (tipo palafitos), interviniendo las ondulaciones naturales del terreno.

Igualmente cuestionaron la indebida utilización de la especie forestal Acacia Famesiana (Pelá) usada para la construcción del exótico hospedaje, es una especie endémica de ecosistemas de bosque subxerofitico tropical, muy escaso y con un alto nivel de especialización y fragilidad.

Contrario a los soportes de la propuesta para participar en la Bienal Nacional de Arquitectura, el uso generó impactos adversos, objeto del proceso sancionatorio, actualmente vigente.

“Dada la cantidad de esta especie empleada para la adecuación del establecimiento, se determina la generación de un impacto negativo al ecosistema por cuenta de la intervención de la especie forestal Pelá (Acacia famesiana) en el área de influencia del proyecto”, reseñó el concepto técnico que soporta la medida.

Según el experto hubo una intervención aproximada de 603,63 hectáreas, tomando como base los 114,69 metros cúbicos de Pelá (Acacia famesiana) encontrada en las instalaciones del complejo hotelero durante una inspección ocular, “Lo que provoca afectaciones sobre la fauna y flora silvestre de la región”.

“Las actividades desarrolladas en el Bethel Bioluxury Hotel, no se encuentran dentro de los usos principales, compatibles y/o condicionados definidos en el plan de Manejo del Distrito Regional de Majeno Integrado La Tatacoa, siendo infraestructuras que causan impacto al entorno y se encuentran dentro de una zona de alto grado de erosión y que ponen en riesgo la función protectora de la reserva, la conservación del DRMI y la condición natural de los ecosistemas presentes en la zona”, concluyó la autoridad ambiental.

 

Legalidad

Según la CAM, ninguno de los argumentos presentados por los dueños del proyecto alcanzó a tener la fuerza necesaria para desvirtuar los cargos formulados frente a la afectación ambiental producto de la construcción y funcionamiento del complejo hotelero.

Por el contrario, lo que reportó el expediente fue un desacato a las órdenes impartidas por la autoridad ambiental.

En el voluminoso proceso sancionatorio que se adelanta desde hace cinco años están consignadas las reiteradas omisiones por parte del constructor y el demostrado desacato a las órdenes que se impartieron.

El proyecto fue presentado el 19 de mayo de 2010. El trámite se inició el 26 de octubre de 2010.

El 8 de febrero de 2011 la Dirección Territorial Norte le otorgó la concesión de aguas superficiales (Resolución 0207) con una cantidad de 2,30 litros por segundo para uso doméstico y recreación, para unas cabañas, no para un hotel como el que se levantó sin tener los permisos ambientales.

Corredor nunca canceló los costos de la publicación en la Gaceta Ambiental dentro de los términos legales, lo que significa que  el permiso inicial nunca estuvo en firme.

Un año después se constató que en el predio no se adelantó ningún proyecto recreativo y jamás se realizó el aprovechamiento del recurso hídrico.

Atendiendo un concepto técnico, el 13 de agosto de 2012 la corporación decidió archivarlo y los permisos perdieron fuerza ejecutoria. Sin embargo, a pesar de haberse revocado la concesión, el empresario decidió iniciar la primera etapa del proyecto que terminó en agosto del año 2015.

El resto del complejo se construyó luego de la declaratoria de reserva y la formulación del Plan de Manejo Ambiental que la convirtió en una zona de protección ambiental, lo que cambió radicalmente las reglas de juego.

Proceso sancionatorio

El 20 marzo de 2015 la autoridad abrió el expediente DTN-1047 de 2015 por contaminación, tenencia no autorizada de material forestal, captación ilegal de agua, ocupación de cauces de diferentes fuentes hídricas y afectación ambiental producto de la construcción del complejo hotelero.

La autoridad ambiental ordenó la suspensión de la obra (Resolución 0674 de 2015).

El 27 de mayo del mismo año la CAM inició el proceso sancionatorio ambiental y el primero de julio le formuló cargos y luego ordenó el cierre de la obra.

Sin argumentaciones jurídicas, Corredor reconoció el desacato. “Aceptamos de manera conciliadora el incumplimiento de la medida”, afirmó en un escrito remitido al director territorial de la CAM.

“En el momento que nos informaron, la obra ya estaba en una etapa que al pararla me generaría además de los anteriormente enunciados, mayor detrimento patrimonial”, explicó Corredor, desatendiendo la orden de la CAM.

Mientras avanzaba el proceso sancionatorio, Corredor le salió al paso con otra solicitud de vertimientos líquidos presentada el 15 de octubre de 2015. El permiso fue rechazado por incumplir con los requerimientos ambientales. El 23 de septiembre de 2016 fue archivado el respectivo trámite.

Finalmente, el director territorial Norte, Oscar Daniel Pajoy ordenó la suspensión de toda actividad, el cese inmediato de la captación y usos del recurso hídrico, los vertimientos de aguas residuales, el uso y aprovechamiento de las especies forestales utilizadas para levantar el hotel y la inadecuada disposición de los residuos sólidos domésticos y hospitalarios que estaban generando contaminación. La cautelar quedó consignada en la Resolución No. 015 el 5 de enero de 2017.

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El inadecuado uso y aprovechamiento de la especie forestal Acasia famesiana (Pelá) utilizada para adecuaciones.

Daños ambientales

Aunque Bethel, no es el único infractor en La Tatacoa, si es el primer proceso que estalló por degradación ambiental.

El proceso sancionatorio  se inició por alteración directa en la regulación hídrica de la zona ya que se capta el agua desde el nacimiento, interfiriendo su tránsito directo de los afluentes en la zona de reserva.

Además, quedó probada documentalmente la afectación de la calidad del agua de los drenajes naturales y las aguas subterráneas por descargas de los vertimientos provenientes del hotel.

Igualmente disminución por uso y aprovechamiento de la especie forestal Acasia famesiana (Pela) utilizada para adecuaciones del hotel, “ocasionando afectación directa a la conservación del ecosistema estratégico bosque seco tropical por tratarse de una especie endémica”.

El pliego de cargos incluía otro componente relacionado con la contaminación al suelo por la inadecuada disposición de residuos sólidos domésticos y hospitalarios; alteración del paisaje y recubrimiento del suelo “con materiales poco amigables con el medio ambiente tales como cemento y roca”.

“Para el desarrollo de las actividades del hotel no se cuenta, ni ha contado con permiso o autorización de vertimientos hasta el presente, lo cual implica que la generación de los mismos, realizada por el titular del proyecto, se está haciendo de manera ilegal, por no contar con la autorización para ello”

 

Nueva licencia

En medio de la tormenta, la Sociedad Colombiana de Arquitectos confirmó, otra noticia.

Al parecer, Bethel, ahora con otro nombre, planea reubicarse, por fuera de la zona de reserva, lo que resultaría lógico, adaptándose a los usos compatibles en ese paisaje natural, considerado hoy como uno de los destinos turísticos de clase mundial.

Según la agremiación, el propio Corredor Rincón, les envió un documento firmado por el Jefe de Planeación Municipal de Villevieja, ingeniero, Juan Carlos Silva Dussán, donde confirma que el empreario inició el trámite de licencia de construcción del proyecto Bethouse – Casa de Huéspedes Ilustres. ¿Será?

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