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Policía rural

La propuesta de convertir a los guerrilleros en policías rurales es bastante arriesgada, sin embargo hay que analizar muchos puntos de vista.

Preocupante si lo vemos como una posibilidad que abusen del poder que se les confiera o que sigan cometiendo delitos en contra de la población civil. Sin embargo, por los años que lleva el proceso de paz no creo que se dejen cabos sueltos sin tener en cuenta compromisos serios entre las partes.

Otro elemento que podría ser a favor de la propuesta es que nadie como los guerrilleros conocen mejor la zona rural, especialmente la más aislada, boscosa y selvática. 

Incluso una necesidad bastante urgente y dispendiosa tiene que abordarse sobre la localización de las minas antipersonas; los futuros exguerrilleros son claves en el desminado porque en muchos casos pueden dar datos claros sobre su ubicación, y de esta manera evitar accidentes fatales.

Igualmente, otra actividad en la zona rural que podrían desempeñar los exguerrilleros es la protección ambiental; podrían constituirse como guardabosques y que perciban un salario por esta actividad. Ellos pueden ser conocedores de estrategias para cuidar la naturaleza y evitar su depredación, aplicando sus conocimientos y recibiendo instrucciones adicionales que podrían ser útiles para minimizar la afectación ambiental.   Además, las actividades de las guerrillas han dejado pasivos ambientales que deberían ser tema en la mesa de negociaciones con el fin de que buscar solución para recuperar las zonas depredadas por campamentos o caminos.

Llegar al grado de ser un policía rural podría darse siempre y cuando haya garantías en cuanto a la preparación de la persona para que asuma esta responsabilidad profesionalmente, capacitado en las normas de autoridad y en las normas de convivencia, resaltando los derechos humanos y convirtiéndose en acompañante del desarrollo social de las comunidades.

Los cambios que vendrán son sustanciales pero benéficos ante la otra posibilidad de seguir en constante guerra, gastando recursos económicos que bien pueden ser destinados para la educación.

Quizás muchos guerrilleros estén también ansiosos esperando oportunidades que el proceso de paz les pueda brindar para mejorar su condición de vida, para reencontrarse con sus familias y para dejar la incertidumbre que deja un conflicto tan largo.
 
ramiromunoz@live.com
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