La Nación
COLUMNISTAS

Posconflicto y pos corrupción

El exministro de Santos, Juan Camilo Restrepo, sostiene que son alarmantes los déficit financieros para el posconflicto. Sin apropiarse un solo peso, siquiera para los salarios de los guerrilleros, fracasaría la paz. Este gobierno derrochador y corrupto, ha destrozado las finanzas públicas. No está preparado el país para el posconflicto, menos aún el Huila para la poscorrupción. No lo está. Porque vamos a elegir un gobernador honesto, que termine tantos años de podredumbre en la administración de nuestro departamento; y no están preparados los ingenieros y proveedores, para participar en licitaciones, sabiendo que los pliegos no están amarrados. Pueden morir de infarto, cuando reciban el anticipo del contrato, sin que les deduzcan el 20%, a través de interventores o empleados de las oficinas de contratación. Escalofrío y yeyo les dará, cuando extrañen, la consabida llamadita por el 15% del contrato “para el jefe”. Eligiendo como gobernador a Rigoberto Ciceri, nadie pagará mordidas por resoluciones, permisos, compras de carros, cementos, zinc, etc. Limpia aspiración que no compra el cargo con suntuosas propagandas, espacios de radio y televisión, vehículos sonoros y multicolores, ostentación y derroche. La campaña Ciceri Gobernador, no tiene TLC : tamal, lechona y cerveza. Vende tamales y recibe aportes personales, pequeños y limpios para financiarse. Sabemos, que los corruptos comprometen la nómina, los contratos y recobran del erario, los voluminosos gastos electorales. Por eso un alcalde vendió un lote del municipio por quinientos millones para el fisco, y dos mil quinientos millones para su bolsillo. Otro compró para el municipio, en 800 millones, un lote avaluado en 8. Aquellos, pusieron las regalías en una entidad prohibida, para recibir los rendimientos por debajo de la mesa. El Huila está podrido. Personeros y Contralores venales, compran elecciones y provocan escándalos. El Gobierno Departamental ocupa con el de Neiva, el tercer puesto en corrupción. Políticos de carrera, expertos en mermelada, no saben gobernar. Cruz, acabó a Cundinamarca, llevándose a la cárcel, al Procurador huilense con 2.000 millones en sobornos. Petro, buen senador, acabó con Bogotá. Dilian Francisca Toro, del senado a la cárcel; de allí a gobernadora, arruinadora del Valle. Que no caiga el Huila por el mismo sendero. Dos exsenadores que van tras el botín para su clientela, pregonan haberse opuesto al Quimbo, a la pérdida de las regalías y construcción de nuevas represas. Qué farsa. Ahí está el Quimbo, las regalías se perdieron y tendrán mermelada en las nuevas represas. No más lobos vestidos de ovejas. Votemos por Ciceri a la Gobernación. Acabemos nuestro mayor conflicto y preparémonos huilenses, para la poscorrupción.