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¿Qué pasó con el autor de la masacre en Rivera? 2 5 mayo, 2024
JUDICIAL

¿Qué pasó con el autor de la masacre en Rivera?

¿Qué pasó con el autor de la masacre en Rivera? 8 5 mayo, 2024
Gil Trujillo está en un patio con político en una cárcel en Bogotá, donde se niega a aceptar responsabilidad en la matanza.
Hace diez años, lo primero en que pensó Ferney Trujillo, cuando se enteró de que un comando de las Farc había atacado a sangre y fuego el lugar donde se encontraban sesionando el Concejo de Rivera, fue en “¡mi hermano!”, uno de los concejales del Municipio.
 
Eran las primeras horas de la mañana del 27 de febrero de 2006, y Ferney se disponía a abordar el bus que lo llevaría del casco urbano de Baraya a la vereda donde trabajaba como docente, recuerda en diálogo con LA NACIÓN, que lo visitó en su finca de Rivera.

Apenas se había sentado en el carro, cuando la radio dio la trágica noticia que saltó cruel a sus oídos: “Me devolví para Rivera. Porque uno en lo que piensa primero es en la familia, en mi hermano, Gil era concejal. Me asusté porque dijeron que habían asesinado a todo el Concejo”.

El regreso, dice pensativo, fue eterno. Cuando por fin llegó angustiado, en principio no pudo enterarse de nada. Todo era caos, versiones encontradas y especulaciones.

Solo tenía la información que fragmentariamente entregaban a cada instante las emisoras de la ciudad. Pudo tranquilizarse un poco cuando se enteró de que su hermano Gil Trujillo no se encontraba en la lista oficial de muertos que reportaban las autoridades.
 
“Somos de valores”

La familia Trujillo arribó a Rivera hace 34 años. Es originaria de Baraya, en el norte del Huila. Fue en el campo donde Gil creció junto con sus hermanos, escuchando la perorata ‘izquierdosa’ de uno de sus abuelos, manifiesta Ferney.

En aquel entonces, el viejo hacía que alguno de sus nietos leyera el periódico Voz, un medio de comunicación de ideas de izquierda, revolucionarias. Luego, les explicaba para que interpretaran lo que habían escuchado.

Desde temprana edad, los hermanos Trujillo, recibieron de sus padres la poca educación que pudieron darles pero también valores, según señala Ferney.

“Nuestros padres no estudiaron pero a pesar de eso nos criaron con valores, nunca un carajo, porque eso significaba un castigo para uno. Siempre hemos sido bien recibidos donde vamos, pese a que nos ha tocado duro”, afirma.

En ese sentido, cuando Gil fue señalado de ser uno de los responsables de que sus compañeros del Concejo Municipal fueran asesinados por las Farc, nadie en la familia Trujillo lo podía creer.

“Es que nosotros siempre vivimos en el campo, nos ha tocado duro porque nos tocó sufrir por estar en medio del conflicto armado y por eso mis papás se vinieron con nosotros de Baraya, precisamente pensando evitarnos más sufrimiento”, afirma Ferney.

No obstante, lejos estaban de pensar en que otra pesadilla comenzaría para toda la familia. El motivo era el mismo: la violencia.

Complot contra Gil

Ferney Trujillo asegura que la pesadilla para su familia comenzó desde el primer momento en que su hermano Gil fue dado de alta en el Hospital Universitario de Neiva.
Cuenta que nunca tuvo seguridad alguna. Pero extrañamente, después le pusieron como escolta un cabo de la Policía, quien le pidió una actualización de datos y fotos nuevas.

“Nosotros tenemos un tío en Neiva, y ese día le prestó una camisa para la foto, y a los pocos días apareció como uno de los comandantes de la cuadrilla guerrillera, justo con la foto que el Policía le tomó. De ahí en adelante comenzamos a sospechar de que había un montaje que le querían hacer a Gil, y ya se escuchaban rumores en Rivera de lo que iba a pasar”, sostiene Ferney Trujillo.

Para la familia, no quedaba duda de que algo se estaba fraguando en contra de Gil. Incluso, por esos días, en medio del calor de las investigaciones por la masacre, reunió a su familia y le dijo que cualquier cosa podría pasar con él.

Para Ferney, no cabe duda de que hubo un complot contra su hermano, orquestado en Bogotá para involucrarlo y criminalizarlo como responsable del atentado de violencia.

Sostiene que hasta una vecina suya fue integrada como testigo dentro del proceso.

“Ella, en una declaración, se equivocó porque dijo que conoció a Gil, porque él había hecho una colecta en el barrio cuando se le murió el papá. Y eso no fue así, porque quien hizo la colecta fui yo, entonces ella no lo conocía. Desde ahí comenzamos a sospechar y de poco a confirmar que todo era mentira y un montaje”.

Con todo y eso, Gil no quiso irse de Rivera, pues a decir de su hermano, como nada debía, nada temía. De hecho, aún hoy, diez años después de la masacre, el exconcejal sigue pensando que fue la mejor decisión y que jamás reconocerá que tuvo que ver con el asesinato de sus compañeros.

“Cómo voy a declararme culpable de algo que no he hecho. Prefiero morirme en esta cárcel a tener que reconocer algo que no he hecho, en lo que nunca he participado” les ha dicho Gil a sus hermanos, cuando lo han ido a visitar a la cárcel La Picota de Bogotá, en un patio donde permanece rodeado de presos políticos.

Su familia

Pero para Gil Trujillo, la cárcel no ha sido el peor castigo. Además de todo el proceso judicial en su contra, tuvo que enfrentar el desmoronamiento de su propia familia.
Seis años después de haber sido condenado a 37 años de cárcel, su esposa decidió abandonarlo y le dejó a sus tres pequeños hijos, dos varones y una mujer, que hoy ya son unos adultos.

Hace de seis años, los Trujillo perdieron a su padre, solo les queda la mamá, una mujer de 74 años que intenta seguir adelante pese a lo ocurrido, aunque para el resto de sus hijos, “la procesión va por dentro, pues nunca dice nada”.

¿Inocente?

Ferney Trujillo está seguro de que su hermano Gil es totalmente inocente. Y a renglón seguido anota que tenía las mejores relaciones con sus compañeros de Concejo.

Ferney reafirma la inocencia de su hermano Gil en algunas de las declaraciones entregadas por uno de los guerrilleros implicados en la masacre, que aseguró que al exconcejal solo lo conoció cuando lo vio en los periódicos.

En otra, sostuvo que Gil no fue asesinado porque en ese momento pertenecía al Polo Democrático o por estar de buenas, pues la orden era acabar con todos los concejales.

Sin embargo, en una última declaración el hombre cambió su versión y subrayó que se había reunido con Gil, pero para Ferney, faltó un buen abogado que desvirtuara lo dicho en contra de su hermano.

Hoy, diez años después, los Trujillo siguen viviendo en Rivera, y tomándola con calma, como dice Ferney. Señala que tienen relaciones cordiales con la mayoría de las familias de los concejales asesinados y que incluso algunos de sus integrantes le han manifestado que creen en la inocencia de su hermano Gil.

Él por su lado, pasa sus días en la cárcel trabajando en lo que pueda, estudiando. Se ha vuelto colaborador y todo eso le ayuda para reducir su pena. Fue siempre poco creyente pero eso sí, sus ideas por las que se hizo elegir concejal de Rivera, por el Polo Democrático, siguen intactas, le ha dicho a sus hermanos.

¿Qué pasó con el autor de la masacre en Rivera? 9 5 mayo, 2024
Ferney Trujillo, hermano de Gil, vive en Rivera, y está convencido de la inocencia de su hermano.