Las obras de este colegio que estaría ubicado en un lote que permanece abandonado en el sur de la ciudad, aún no comienzan, la comunidad continúa denunciando que el sitio se ha convertido en escombrera y en el lugar ideal para el consumo de sustancias psicoactivas y la delincuencia.
“Primero se acabó el año, antes que nosotros ver la construcción del colegio”, es lo que denuncia la comunidad del barrio Timanco IV etapa, que por años ha insistido en la importancia que tiene esta Institución Educativa ‘Cacique Pigoanza’ para este sector de la comuna Seis.
Aunque la primera piedra se puso en diciembre del 2019, un año después no hay nada, solo escombros en un lugar invadido por ‘areneros’ que usan el espacio para realizar su trabajo, llegando diariamente con volquetas cargadas de arena, también el lote se ha convertido en un problema para los vecinos que se han quejado constantemente del aumento de la delincuencia y el consumo de sustancias psicoativas en el barrio.
“De ese lote se logró sacar a la gente que tenían talleres en ese sitio. El lote quedó desocupado, pero se volvió un sitio de drogadictos, un motel, donde llegaba todo el mundo y hacía lo que quería, un botadero de escombros, de animales muertos”, afirmó anteriormente en diálogo con LA NACIÓN, Gustavo Perdomo presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Timanco IV etapa.
“¿Cuál es la demora con esa obra? Al menos deberían venir a limpiar y quitar esa maleza. El lote se convirtió en el basurero del sector, ojalá encierren eso”, comentó Mauricio Cuéllar, que vive al frente del lote.
Los antecedentes
La construcción del colegio, estaba a cargo del consorcio Mota-Engil, incluso en septiembre de 2018, la Alcaldía de Neiva, el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, Ffie, del Ministerio de Educación y el consorcio, socializaron el proyecto.
Solo hasta un año después se puso la primera piedra, por inconvenientes relacionados con el contratista, debido a incumplimientos con el cronograma para ejecutar el proyecto en la capital del Huila, llevaron a la terminación anticipada del Acuerdo de Obra N. 402038, por no presentar las garantías necesarias.
La obra fue reasignada a la empresa Consorcio Infraestructura Educativa 2016 el 18 de diciembre de 2019 y la interventoría al Consorcio Aulas 2016 y tiene un valor asignado (diseños, obra, interventoría y supervisión) de $7.949´466.314, donde el municipio aporta $5.826´965.931 y el Ffie $ 2.122´500.383. Recursos que ya están asegurados.
El colegio, según los diseños, contaría con 4 aulas de preescolar, 22 de educación básica, biblioteca, aula de bilingüismo, salón polivalente, 2 laboratorios, aula de tecnología, comedor y cocina. Área administrativa, baterías sanitarias y 2 áreas de recreación.
La problemática
En el mes de septiembre, en diálogo con LA NACIÓN, el secretario de Educación, Geovanni Córdoba dijo que para iniciar con la construcción hacían falta “obras preliminares”, como demoliciones, movimientos de tierras y tala de árboles para las que se necesitaban 500 millones de pesos. Así como también obtener el permiso de aprovechamiento forestal que expide la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM.
Estas obras preliminares, afirmó que iniciarían hace dos meses, pero aún no se están desarrollando en el terreno. Según manifestó Elkin Trujillo, líder del programa Infraestructura, no han comenzado por falta de recursos.
“Lo queríamos hacer con el Ffie, usar recursos del fondo para hacer esas obras, pero dijeron que hasta que no tuviéramos el permiso de la CAM, no entregaban los recursos, les insistimos que se podían hacer cosas como la limpieza, la demolición y cortar algunos árboles que no necesitan permiso de la CAM, sin embargo, insistieron en eso y se nos fue pasando el tiempo. Entonces mientras sale ese permiso, hablamos con el alcalde para que esos trabajos los realice la administración directamente con la Secretaría de Infraestructura y Secretaría de Medio Ambiente, estamos coordinando para iniciar mientras nos entregan el permiso”, explicó.
Junto con la Personería, la Secretaría de Educación además tuvo que llegar a un acuerdo con los ‘areneros’ que ocupan el lote.
“Ya nos reunimos con la Personería y hablamos con los areneros que se encuentran allá, porque no podemos sacarlos arbitrariamente, se hizo un acuerdo con ellos y se empezara primero con la obra en la parte donde ellos no están para que tengan más tiempo para trasladarse”, comentó Córdoba.
“La obra como tal ya está diseñada y aprobada, estamos en la etapa preliminar para retirar los escombros, realizar la limpieza y nivelación del terreno y hacer un cerramiento provisional para que nadie más siga ingresando al lote invadiéndolo”, aseguró Trujillo.
En dos semanas aseguró que se iniciarían las obras para dar paso a la construcción del plantel educativo, que es la fase 2, deberá realizarse en 12 meses, según se estableció en el Acuerdo de Obra suscrito entre el Ffie y el Consorcio Infraestructura Educativa 2016.