La Nación
COLUMNISTAS

RETOS DE LA USCO 2015

El año 2014, es un año de bastantes logros para la Universidad Surcolombiana y debo registrar con satisfacción que cada día me siento más orgulloso de pertenecer a esta institución, pues los equipos de trabajo de docentes, administrativos, estudiantes y egresados realizan una importante tarea de consolidar a la USCO, como una institución de prestigio académico y científico en la región, el país y el mundo, gracias a la calidad de sus programas académicos, de las investigaciones y la proyección social y los recientes doctorados aprobados para este año, lo cual debe ser motivo de orgullo.
 
Puede decirse que el 2014, nos deja varios aspectos a evaluar, en primer lugar una de las situaciones que debe convertirse en un reto de la comunidad académica es la definición rigurosa de los procedimientos para la selección de personal en la Universidad: Son varios los vicios que se encuentran en el procedimiento de selección del rector, vicerrectores, los decanos, los docentes, de los administrativos y los contratistas, al punto de que muchos de estos procesos son demandados, gran parte de esto puede solucionarse a partir de la aplicación del principio de la meritocracia.
 
Se supone que en una institución pública debe primar la meritocracia, pero como ha venido ocurriendo, por falta de la aplicación de este principio, al seleccionar el personal en la Universidad, nos hemos visto expuestos a la judicialización de un procedimiento que no debiera estar enfrentado en los estrados judiciales.
 
La improvisación en la convocatoria docente y los errores técnicos nos tienen con una convocatoria suspendida en donde participaron una cantidad importante de personas que ya debieran estar vinculadas a la institución. Son varios los asuntos que vician los procesos de selección de decanos, para dar un ejemplo, las personas que se han presentado  a este proceso, me han confesado que es  molesto ir a una sustentación en la que ya se sabe quién es el elegido (quien ha conseguido la mayoría de los votos de los Integrantes del Superior) de antemano, y en donde no le pone ni el más mínimo cuidado a sus propuestas, así estas sean novedosas o necesarias para la Facultad.
 
De esta forma, un proceso de selección que debiera ser académico, meritocratico, democrático y transparente, termina en un margen de politización, despótico, ocultista, por culpa de los intríngulis jurídicos creados para el efecto, no por eso son gratuitas las demandas de nulidad, tutelas etc que suelen presentarse para este tipo de eventos, violándose así  todos los principios de la selección y acceso a la administración pública. Si bien gozamos de autonomía, la Ley 909 de 2004, por la cual se expiden normas que regulan el empleo público, la carrera administrativa, y la gerencia pública, adopta como ejes centrales de la función pública el mérito y la profesionalización de los servidores del Estado, y establece que la función pública se desarrolla teniendo en cuenta los principios constitucionales de igualdad, mérito, moralidad, eficacia, economía, imparcialidad, transparencia, celeridad y publicidad, y que por ende, el criterio de “mérito”, de las cualidades personales y de la capacidad profesional, son los elementos sustantivos de los procesos de selección del personal que integran la función pública.
 
En esa medida, el objetivo de las normas de la función pública es la satisfacción de los intereses generales y no de los particulares (de los que votaron por tal o cual rector, o tal o cual representante de los docentes, estudiantes, egresados, o del representante del gobernador, el presidente o el ministro, el gobernador mimos, el senador, o el diputado, o el concejal amigo etc) y de la efectiva prestación del servicio. Se pregunta ¿cuál es el criterio que se ha tomado para cambiar de plano gran parte de los contratistas de la Universidad, muchos de los cuales llevaban varios años en la institución y han servido con eficacia y eficiencia a la USCO? ¿Se realizó un proceso de evaluación que determinara la no continuidad del mismo? ¿Se realizó una convocatoria pública para seleccionar a quienes los remplazaron? ¿Quiénes los remplazaron conoce de los procedimientos en los cargos para los cueles fueron o van a ser contratados? ¿Primo la academia en la USCO en la toma de estas decisiones? Las respuestas a estas preguntas ponen en evidencia que la búsqueda de la consolidación del principio del mérito y la calidad en la prestación del servicio público a los ciudadanos en la Universidad debe ser un objetivo de alto valor.
 
Un segundo aspecto que suscita reflexión es la elaboración del Plan de Desarrollo, si bien se valora el esfuerzo realizado por el grupo de trabajo que inicialmente lo lidero, se critica que pese a nuestras insistentes solicitudes sobre la necesidad de incluir en el plan el tema de la proyección social y la dimensión de la internacionalización de la Universidad como un eje transversal, dadas las reflexiones que se hicieron en el seno del Comité de Proyección Social y el Comité de Internacionalización dichos aspectos no se tuvieron en cuenta en la dimensiones y proporciones que merecen. En igual sentido, es criticable que en el punto 8.1, sobre los objetivos del sistema de seguimiento, evaluación y monitoreo, no se haya puesto a los Estudiantes como un eje fundamental de estos sistemas, así como al sector externo reproduciendo, el error de considerar que la dirección de una institución pública es jerarquizada y no democrática como debería ser, aquí responderán que el Consejo Académico y el Superior tienen estos representantes, a lo que respondería que muchos de ellos de verdad, verdad, no nos representan.
 
Sobre estos dos aspectos es necesario que la comunidad académica se pronuncie y tomemos decisiones de inmediato, la meritocracia alejaría a los politiqueros que quieren coaptar la institución para satisfacer sus apetitos burocráticos y la inclusión de una proyección social mucho más vinculada con los sectores sociales, así como una dimensión de la internacionalización que nos permita aprovechar la solidaridad de los pueblos para actuar en beneficio de los que lo necesita, los indígenas, las víctimas de la violencia, los desplazados, los afro descendientes, las niñas, los niños los jóvenes, los campesinos, las mujeres etc, quienes claman por una Universidad, mucho, pero mucho más comprometida con las causas sociales, por conocimiento propio se de la gran labor que venimos haciendo, pero estoy seguro que podemos hacer mucho más.
 
Alfredo Vargas Ortiz
Orgullosamente
Docente Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas