Casi desapercibida pasó la muerte de otro grande de la cultura del Huila. Consumado intérprete del tiple y compositor, y trabajador de la rama judicial, su vida estuvo signada por el arte, que recordamos hoy a propósito de las fiestas sampedrinas.
Lucio Antonio Méndez
La música siempre fue su pasión, heredada de su padre Luis Carlos, desde cuando muy joven residía en el municipio de Tesalia -su tierra natal-. Esa fortaleza tuvo el respaldo también de su madre, Clementina Ortiz, y halló eco en sus hermanos -en la medida que fueron naciendo y creciendo a su lado- como Luz Aura, Irma, Jorge Eliécer, Luis Carlos, Blanca, Gemma, Hernando y Arnulfo.
Rodolfo Gutiérrez acaba de fallecer, a cuyo lado permaneció su esposa, la licenciada Mirtha Bahamón Calderón, y de sus hijos Rafael y María Goretti. Una penosa enfermedad en el colon no le dio la oportunidad a los 76 años de edad de continuar expresando su carisma de hombre bueno, humilde y sencillo, inteligente y responsable de las tareas que le colocó la vida en el camino, como apoyar a su familia desde sus hermanos menores, hasta su hogar y desde luego la dedicación a la música y la composición.
Entre esos dos instantes, nacimiento y muerte, habría que decir que después de recibir las primeras enseñanzas de su padre en la música y luego perfeccionándola en el Conservatorio de Música de la capital del Tolima, donde estudió varios años, se vinculó al poder judicial.
Rodolfo tenía el arte de la música como algo extraordinario para alimentar su ego y divertirse sanamente con sus amigos, y nunca lo ejerció como una industria ni riqueza material para sobrevivir.
Por ello sus reuniones eran muy selectas, con su familia, sus compañeros de labores y otros músicos y compositores con los que se reunía en Neiva y otros lugares del país en temporadas tradicionales de fiesta.
Vida laboral
Pasó por la jurisprudencia a la que dedicó más de 40 años y supo mezclar sus calidades artísticas. Estuvo como Juez Único Territorial en Belén de los Andaquíes, cuando Caquetá era intendencia. Cuando regresó al Huila, recorrió varios juzgados en cargos menores, y fue auxiliar del Magistrado Hernando Torro Trujillo, ya fallecido.
Alcanzó a pasar por el nuevo sistema jurídico desde las fiscalías. Siempre se mantuvo en un nivel económico solamente el que le permitía su modesto salario, de empleado estatal, pues así lo demostró hasta el día de su muerte, cuando ya hacia algunos años gozaba de su jubilación.
Le gustaban los chistes, contar historias y anécdotas de sus amigos, incluso de sus hermanos y sobrinos que hacían reír a los asistentes. Fue coplero y rajaleñero, conocedor de la cultura tradicional de nuestras costumbres y de la música andina -especialmente la huilense- y de otras regiones del país.
Compositor y músico
Compositor de temas como “Plegaria por la paz” (bambuco ganador del concurso Jorge Villamil Cordovez), “Dolor de patria”, “Mujer huilense”, “Tesalia”, “Salvemos las fiestas”, “A Rumichaca”, “Mi amigo Alejo”, y muchas obras, además de autor y compositor de la letra y música del himno al municipio de Tesalia, con el que fue exaltado como hijo ilustre de este municipio con la orden “Régulo Suárez Bautista” en 2008.
Sus reconocimientos artísticos en el Huila y otras regiones del país, entre ellas Ibagué, la capital musical de Colombia, las recibió con humildad, sin ostentaciones ni arrogancia; así lo demuestran sus trofeos.
Integró diversos grupos musicales como fueron el grupo folclórico Aires de Peñas Blancas, declarado fuera de concurso en las festividades sampedrinas del Huila, y el grupo Estudiantina del Huila, ganador del concurso Polímeros Colombianos en Medellín, entre otros.
Su partida
Rodolfo Gutiérrez deja en la mente y en los corazones opitas un recuerdo y un sentimiento alegre lleno de mucho valor de superación y entrega.
Hoy le recordamos por su obra musical y su legado que, como ha ocurrido con muchos otros artistas del Huila, pareciera caer en el olvido.
Rodolfo Gutiérrez.
Hizo parte del grupo folclórico musical Aires de Peñas Blancas: Rodolfo Gutiérrez (a la izquierda), Misael Dussán y Ulises Charry (a la derecha).
En una foto reciente.