La Nación
COLUMNISTAS

Sergio Younes: Q.e.p.d.

El dedo en la llaga

Con profunda tristeza y mucho dolor escribo esta columna. Aún no salgo de mi asombro por la prematura partida de Sergio.

Lo conocí en los avatares de la política cuando él empuñaba las banderas del liberalismo, luego nos presentamos en llave a las elecciones del 2007, él a la Asamblea, por el Partido Liberal y yo al Concejo de Neiva, por Cambio Radical. En esa alianza forjamos una amistad y un aprecio mutuo. En aquella época recorríamos la ciudad, hablamos del discurrir político y realizábamos cosas de amigos. Era soñador, y su deseo de ser Presidente de Colombia lo animaba a seguir adelante en su carrera política, estoy convencido que si la muerte no hubiera tocado a su puerta el pasado sábado, hubiera sido el cuarto presidente de origen huilense, siguiendo los pasos de José María Rojas Garrido, Misael Pastrana Borrero y Rafael Azuero Manchola.

Le admiré siempre esa gran capacidad de hacer política, lo veía pelear los cupos en los directorios liberales tanto nacional como regionales, tenía la capacidad de convocar, era de gran discurso y oratoria, muy seguro de sí mismo. En la campaña del 2011 tenía tres amigos que aspiraban a la Asamblea, apoyándolos a todos, en la medida de mis posibilidades, siendo Sergio uno de ellos. Me alegró la excelente votación que obtuvo, lo que le permitió ganar la presidencia de la duma y soñar con aspirar a la Cámara de Representantes.

Desde el Partido de la U, consolidó un excelente equipo político con miras a las elecciones de marzo, con altas probabilidades de obtener la curul, y si así hubiera sido, no me cabe la menor duda que hubiera descollado en el Congreso de la República.

Recuerdo una anécdota personal, de las muchas, cuando llegó a mi apartamento porque tenía preparatorio de derecho penal en el Externado, en dos horas hicimos clase de repaso, aprovechando mi calidad de profesor de la materia. Así era él recursivo e inteligente.

Quiero expresar mis condolencias a su señora madre, Ana María Rincón, a su tío Álvaro Younes, a su familia, a su novia y a todos sus amigos, los de infancia, los compañeros de lucha política, a sus seguidores y a sus votantes. Definitivamente el Huila está de luto, nuestros corazones están de luto, nuestros recuerdos lo llaman. Ha partido un gran hombre, una gran promesa, ¡que tristeza! También lamento las muertes de Nelson Fernando Palomares a quien conocí como coequipero por excelencia del diputado Mauricio Muñoz, y del escolta Luis Carlos Gutiérrez, paz en sus tumbas y toda mi solidaridad a sus familiares.