El féretro con los despojos del uniformado era custodiado por una guardia de la Policía Militar y cubierto con la bandera de Colombia, en la sala de la humilde vivienda de sus padres, ubicada en el barrio San Carlos en el suroriente de la capital huilense.
Ramírez Olaya, de 31 años de edad, se accidentó cuando conducía su motocicleta Honda, desde la ciudad de Florencia (Caquetá) rumbo al Batallón Cazadores, donde debía presentarse a sus superiores de la Brigada Móvil No. 9 en San Vicente del Caguán.
“Su superior lo había llamado diciéndole que si no se presentaba temprano lo castigaba”, dijo su progenitora Fabiola Olaya, al recordar que la conversación fue el pasado viernes en la noche.
El soldado profesional encontró la muerte en una curva al colisionar de frente contra una camioneta. “Seguro se aceleró mucho. Por el fuerte choque murió ahí mismo”, manifestó la acongojada mujer.
El uniformado, casado con Nancy Olaya, su novia de toda la vida, era padre de dos menores de 10 y 2 años de edad. “Desde niños fue muy especial conmigo, llevábamos casados 14 años. Siempre fue una persona muy amorosa con sus hijos, cuando nos visitaba aprovechaba al máximo el tiempo con nosotros”, recordó la compañera sentimental del soldado, al señalar que la última vez que estuvo la familia reunida fue hace cuatro meses cuando llegó de vacaciones.
Ramírez Olaya, quien llevaba 12 años en el Ejército, siempre mostró su deseo de pertenecer a la fuerza castrense. “Cuando prestó el servicio militar manifestó su interés por quedarse sirviéndole a la patria”, indicó la mujer.
Las exequias del militar se cumplirán hoy a las 11:00 de la mañana en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Las honras fúnebres serán en el cementerio central.