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Sin gloria y sin mundial

Ni el Manchester United, ni el Real Madrid, ni el Bayern Munich. Falcao dejó perplejo al mundo: se fue al Mónaco. La razón es puramente monetaria: cobrará 16 millones de euros por año durante 4 temporadas. No solo va a ser el colombiano más famoso; también uno de los más ricos. Radamel triplicó el contrato que tenía con el Atlético de Madrid. Mónaco mantiene una bajísima tributación y ofrece notables ventajas impositivas. Falcao es un privilegiado fiscal.

El traspaso no alegró a nadie; ha generado cierto desánimo. El Mónaco acaba de ascender a primera división. El club del principado lleva 13 años sin ganar un título en la Liga Francesa. Desde luego, al aceptar éste traspasó Falcao renunció al primer plano internacional: se aparta de la disputa por el Balón de Oro. Renuncia a ser campeón de Europa o de logros por el estilo. Mientras tanto el Atlético de Madrid, su antiguo equipo, está haciendo una  campañota en la Liga Española y en las Champions League. Él prefirió otra cosa. Solo cabe respetar su decisión. Pero no eligió “la gloria”.

Falcao tampoco eligió, poner en duda su participación en el mundial, porque finalmente, el diagnóstico de su lesión fue el peor para él y los colombianos: rotura del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda; con una recuperación de 4 a 6 meses; ahora la pregunta no es si Falcao podría perderse el mundial, sino si podría jugarlo a plenitud. De todas maneras, si llega al mundial, lo hará con falta de fútbol y ritmo de competencia, no al tope que exige el máximo evento futbolístico mundial.  Menos mal la lesión no fue en Colombia, porque nuestro sistema de salud le habría dado la cita médica para junio.  Para colmo de males Falcao es cristiano y no podrá predicar el evangelio, porque está cojo.

Hay repercusiones por la tragedia del “Tigre” para Colombia y el mundo: la lesión es grave y puede afectar su carrera a largo plazo, Falcao debe resistir la presión, priorizar su tratamiento y recuperación sin ningún apuro. Pekérman debe encontrar el remplazo ideal y  demostrar que hay equipo con o sin Falcao. Al Mónaco solo  le interesa que los 64 millones de euros que pagó no terminen en el cesto de la basura, por cuenta de un mal manejo de la lesión.

Y pensando en el sentimiento de unidad en torno a la Selección y Falcao, ¿Qué tal si le apostamos a la paz? ¿Porque señores de las Farc, no se ponen la camiseta tricolor para que veamos el Mundial en paz y con los acuerdos ya firmados? Y de paso los guerreristas goleados y derrotados.