La Nación
EDITORIAL

Sin plata no hay oro

Los excelentes resultados obtenidos hasta el momento por Colombia en los Juegos Olímpicos de Londres, con dos medallas de plata, son la auténtica demostración de que cuando se invierte y planifica no se puede esperar otra cosa que triunfos, y que un deportista apoyado, estimulado y concentrado – sólo en sus marcas y no en la comida del día – es la mejor política social. Los excelentes resultados obtenidos hasta el momento por Colombia en los Juegos Olímpicos de Londres, con dos medallas de plata, son la auténtica demostración de que cuando se invierte y planifica no se puede esperar otra cosa que triunfos, y que un deportista apoyado, estimulado y concentrado – sólo en sus marcas y no en la comida del día – es la mejor política social. Los cuatro años de preparación de la mayor parte de nuestros competidores en Londres, más los $37 mil millones invertidos en ellos (a razón entonces de $355 millones por atleta), se están materializando en medallas y buenas actuaciones. Cosa absolutamente contraria a lo que está ocurriendo en el Huila, apenas a 3 meses de los XIX Juegos Deportivos Nacionales de Colombia, que se celebrarán entre el 3 y el 17 de noviembre en Norte de Santander, Córdoba y Cauca, con subsedes en Cali y Sopó. Ni apoyo ni planeación ni plata, a tal punto que nuestros más destacados representantes debieron armar bochinche y amenazar con no competir para que las autoridades deportivas opitas salieran, de manera improvisada y con exiguos recursos económicos, a asegurar que sí estaremos en los Juegos y que sí habrá estímulos. Por supuesto que toda la responsabilidad no es de la actual Administración Departamental, en cuanto el anterior Gobierno debió haber planificado por lo menos dos años atrás y dejado recursos suficientes para una tarea de preparación sólida y continua. Pero no. Nada se hizo, ni el año pasado siquiera; y los que llegaron ahora a conducir los destinos del deporte opita apenas hace pocas semanas lograron apropiar dineros para lo que será, con toda lamentable seguridad, una preparación a las carreras y unos resultados tan o más pobres que los de hace 4 años. Baste recordar que en los XVIII Juegos Nacionales en el Valle del Cauca y San Andrés 2008, nos tuvimos que conformar con 1 medalla de plata y 8 de bronce, en el pobrísimo puesto 25 de la clasificación general, en tanto Antioquia se llevaba 423 medallas totales, de ellas 163 de oro, Valle del Cauca 385, Bogotá 310, Boyacá 95, Santander 68, y otras regiones similares o de menor nivel económico que el nuestro como Tolima llegaron a 28 medallas, Cesar 16,  Córdoba 19 y Risaralda 41 preseas. Para que nuestros abnegados y abandonados deportistas aceptasen continuar con sus precarios planes de entrenamiento, el InderHuila anunció que se han empleado a la fecha apenas $439 millones, de los cuales nada a los gastos propios de cada atleta. ¿Cómo esperamos ganar algo o por lo menos posibilidades de alguna figuración respetable si aquellos a quienes entregamos con toda pompa la bandera, deben ocuparse no sólo de entrenar sino también de su alimentación, hospedaje, gastos educativos y hasta servicios públicos? Si enviamos deportistas con hambre sólo tendremos resultados de miseria; si destinamos plata para ellos, nos llegarán oro y otros metales. DESTACADO “Nada se hizo, ni el año pasado siquiera; y los que llegaron ahora a conducir los destinos del deporte opita apenas hace pocas semanas lograron apropiar dineros para lo que será, con toda lamentable seguridad, una preparación a las carreras” Editorialito Un nuevo debate sobre el proyecto hidroeléctrico de El Quimbo desarrolló ayer la Asamblea, en un esfuerzo para precisar los alcances y estado de las compensaciones económicas y ambientales. Pero ante todo, para vigilar el desarrollo del proyecto y los efectos sociales que está generando. ¿Y ahora que sigue?