Un sismo de 6,5 grados Richter sacudió este jueves el centro norte de Chile sin causar víctimas y dejando algunos daños menores en zonas rurales, informó la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
"El sismo de mediana intensidad se registró a las 8:30 p.m. (7:30 p.m. hora colombiana) cuyo epicentro se ubicó a 39 km al norte de la ciudad de Ovalle en la región de Coquimbo (norte) a una profundidad de 10 km", indicó la Onemi.
El Servicio Geológico de EEUU (USGS) había informado que el sismo tuvo una magnitud de 6,6 grados.
"No se reportaron daños a personas, alteración a servicios básicos o infraestructura producto de este sismo", agrego la Onemi.
En zonas rurales de la región de Coquimbo, se registró saturación de las líneas telefónicas por cerca de una hora, mientras que un corte de energía eléctrica afectó a la población rural de Canela, y también se produjeron rodados de tierra que no causaron daños.
En la localidad costera de Tongoy, se registraron roturas de vidrios en el edificio de la Compañía de Bomberos sin que hubiera heridos, según informaron medios locales.
Hay que "llamar a la calma, no colapsar las líneas telefónicas, las líneas de celular, porque salvo un movimiento de tierra no hay mayores inconvenientes, no hay cortes, no hay nada", dijo el Intendente (Gobernador) de Coquimbo, Juan Manuel Fuenzalida, a radio Cooperativa.
Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) descartó que el temblor reúna las condiciones para generar un tsunami.
El Centro de Observación de Tsunamis del Pacífico, basado en Hawaii, tampoco ha emitido alerta alguna.
En Santiago, el temblor se sintió en los pisos más altos de edificios, causando temor en parte de la población, pero ningun tipo de daños estructurales, según informaron autoridades chilenas.
El sismo se sintió en al menos cinco regiones del centro norte del país, pero las autoridades descartaron daños graves.
Chile, ubicado en una zona propensa a terremotos, permanece en vigilancia desde que un gran terremoto en febrero de 2010 golpeó al país causando la muerte de más de 200 personas y dejando un rastro de edificios destrozados.
El fenómeno de 2010 provocó olas de tsunami a través del Océano Pacífico. Las autopistas fueron afectadas, puentes cayeron y algunos edificios quedaron reducidos entonces a escombros a causa del terremoto de magnitud 8,8.
Los daños causaron además pérdidas económicas por cerca de 30.000 millones de dólares.