Los graves problemas técnicos, sociales y ambientales ocasionados por el incontrolado transporte de crudo por las carreteras del Huila, serán debatidos en el Congreso.
La iniciativa es liderada por el representante a la Cámara y vocero del Partido Conservador, Carlos Augusto Rojas para buscar una solución definitiva.
Al debate fueron citados los ministros de Transporte, Cecilia Álvarez, y de Minas, Amylcar Acosta; igualmente serán invitados el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, el director Nacional de la Policía de Carreteras, general Carlos Mena, el director de Gestión del Riesgo, Carlos Márquez, los alcaldes de Pitalito y Mocoa, el gobernador del Huila Carlos Mauricio Iriarte y los directores de las corporaciones ambientales CAM y Corpoamazonía.
Los altos funcionarios nacionales deberán absolver un serio cuestionario que indagará acerca de las normas que rigen para este riesgoso transporte, las medidas de control y supervisión, el volumen de crudo que se transporta, las pólizas que cubren los eventuales daños, la magnitud de la afectación que ya han sufrido varias quebradas y ríos y la existencia o no de proyectos de oleoductos para evitar el transporte terrestre del crudo.
“No podemos dejar pasar un día más sin que se adopten medidas de fondo que alejen el riesgo que pesa sobre las carreteras del Huila y Putumayo, y sus municipios, considerando los graves accidentes que ya han ocurrido con los vehículos cargados de crudo, los daños sobre el medio ambiente y las mismas vías, y la falta de control de la Policía de Carreteras sobre estos vehículos”, expresó Rojas Ortiz al hacer el anuncio del debate, que deberá cumplirse a más tardar en las próximas dos semanas.
Según el congresista laboyano “no se trata de oponerse a la industria del petróleo ni de bloquear el paso de los automotores, sino de que esta actividad que es altamente riesgosa, se haga cumpliendo estrictamente todos los protocolos, se tomen todas las medidas de seguridad y se les garantice a más de 500 mil personas de los dos departamentos, la tranquilidad ante el aumento inusitado del tráfico del petróleo crudo por sus vías”.