No es fácil tener un mundo de soluciones, en medio de tanta confusión e iniquidad de gobiernos dedicados a desconocer los derechos de su pueblo, sin sentir el dolor que les causa su indiferencia.
Nelson Mandela, fue el líder que agrupó toda una nación a su alrededor en busca de solucionar las deprimentes condiciones de vida de una mayoría que por su raza estuvo durante años al margen de sus propios derechos. Mandela abrazó la inspiración de Gandhi, propugnando por métodos de lucha no violentos.
En su juventud ingresó al Congreso Nacional Africano, un movimiento de lucha contra la opresión a los negros Sudafricanos. Mandela dirigía a los que desafiaban al régimen y, en 1952 en esas represiones del gobierno cayó preso y fue confinado a la cárcel. Una vez cumplida la condena, reapareció impulsando la aprobación de la “Carta de la Libertad” que aspiraba a un Estado multirracial, igualitario y democrático, con una reforma agraria y, justicia social en el reparto de la riqueza.
Pero el gobierno respondió asignándoles espacio para todos los negros, en siete reservas. Inconformes por el ofrecimiento reaccionaron y se recrudeció la violencia. En 1962, Mandela hizo un recorrido por varios países recibiendo ayuda de toda índole, hasta estrategia militar porque en ese momento dirigía el brazo armado del movimiento. Y porque una vez analizada la situación, les tocó cambiar de estrategia dado que la violencia los estaba exterminando.
A su regreso fue detenido y condenado a 5 años. Pero en 1964, se produjeron diferentes hechos de violencia, hubo muchos detenidos y el gobierno decidió retomar el juicio de Mandela y lo condenó a cadena perpetua. En ese mismo año Mandela fue nombrado presidente de ANC. Estuvo prisionero durante 27 años en las más penosas condiciones. Los gobiernos del mundo solicitaron la libertad, pero fue negada. Convertido en una figura legendaria que luchaba por la falta de libertad de todos los negros sudafricanos, el gobierno decide en 1990 liberarlo y tenerlo como su interlocutor para negociar el proceso de democratización.
En 1993, Mandela compartió el Premio Novel de Paz con Klerk, presidente de la República. Y en 1994 Mandela es elegido como el primer presidente negro de Sudáfrica. Y desde su cargo puso en marcha una política de reconciliación nacional. A la vez que tuvo a De klerk como su vicepresidente. Los cambios se dan pero mediante un liderazgo. Réquiem por Nelson Mandela.