No se trata de un sueño de hadas, sino de lograr cada proyecto que anhela tu corazón, viajando en tu mente hasta lo infinito. Debes mirar hacia ti mismo y comprender que los recursos están dentro de ti. Así como el volar está en el pájaro o el nadar en el pez, lo que necesitas ya lo tienes.
Desde pequeños hemos trazado en nuestra imaginación un sin número de historias que aún se están entretejiendo. Para que nuestros sueños se conviertan en realidad es indispensable “renovar la mente” cambiar los esquemas, los moldes, las ideas preconcebidas y la mente apocada. Eliminar de nuestra boca dichos como: “Es mejor ser pobre, pero honrado”, “estoy como cuando usted era pobre”, esta manera de asumir la vida hace que se anide una mentalidad de escasez.
Es momento de romper con los límites de la mente y recibir la ayuda divina para ir más allá de nuestras limitaciones.
Si quieres sumarte a ser de las personas prosperas en todas las áreas debes comenzar con estos sencillos ejercicios:
1) Busca un lugar apacible y agradable para estar contigo mismo.
2) Cierra tus ojos naturales y abre los espirituales.
3) Contempla sueño a sueño que deseas lograr.
4) Reclama cada sueño con la seguridad de que ya es tuyo.
5) No dudes de que lo que estás viendo te pertenece.
La mente es una máquina no solo de sueños, es el motor que da vida a esos sueños y los hace realidad. Todo comienza en la mente (tanto lo bueno, como lo malo).
Debemos ejercitar la mente y específicamente la “visualización”, creer que lo que has anhelado por años es tuyo.
No solo debemos visualizar, es importante plasmar este deseo en un papel, a través de imágenes y escritos claros y precisos de lo que queremos lograr.
Te preguntarás ¿por qué las imágenes? Porque la mente todo lo recrea a través de imágenes. Por ejemplo: cuando escuchas la palabra “mariposa”, tu mente no piensa en cada letra que compone esta palabra, lo que hace tu mente es visualizar este hermoso animal (imagen).
No debemos dar lugar a la: “duda” y pensar que este ejercicio no funcionará o que es algo sin sentido. Si muchas veces hemos puesto toda nuestra: “fe” en yerbas, en dichos, en acertijos, que no tienen el poder de cambiar vidas, mucho más importante es depositar toda nuestra confianza en el arquitecto de todo el universo y unir nuestra mente a la de él y ver como nuestra vida sobrepasa esos límites.
“Éxito en tu viaje hasta lo desconocido”
*Sicóloga.