Consuelo Serrato de Plazas
Para Silvia Guardia especialista en pediatría «detrás de un niño con sobrepeso, lo más frecuente es que haya una familia entera con hábitos poco saludables».
La Organización Mundial de la Salud define la obesidad «como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud». Infortunadamente el panorama en nuestro país es verdaderamente desalentador. La tendencia al sobrepeso es tan preocupante que en la búsqueda por reducir su prevalencia desde el año 2009 el Congreso de la República promulgó la Ley 1355 también llamada «Ley de Obesidad» orientada a generar hábitos de vida saludables y en su artículo 20 declara el 24 de septiembre como el «Día Nacional de Lucha contra la Obesidad y el Sobrepeso».
¿Sabías acaso que la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI?
Según la Asociación Colombiana de Endocrinología un niño es considerado obeso cuando «supera el 20% de su peso ideal». Pues bien de acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia ENSIN-2015 -se realiza de forma quinquenal- la tasa de obesidad infantil incrementó del 18% al 24% clara demostración de su creciente aumento.
De acuerdo con investigaciones efectuadas por grupos de estudios del Ministerio de Salud «en Colombia la prevalencia del exceso de peso actual en menores de 18 años es de 17,53% que se traduce en alrededor de 2.7 millones de afectados». De hecho uno de los factores generadores de sobrepeso se encuentra relacionado con el «consumo excesivo de alimentos procesados con altos contenidos en sodio, azúcares, calorías y grasas, así como la falta de actividad física» y es bien sabido que nuestra población infantil y adolescente «tiene gran preferencia por los alimentos procesados».
Por otro lado cabe destacar el inminente peligro al que se halla expuesto este sensible grupo poblacional con exceso de peso toda vez que tienen mayores probabilidades de padecer enfermedades relacionadas con dificultades respiratorias, cardiovasculares, problemas óseos, desórdenes metabólicos, aparte de otras dolencias crónicas, como diabetes e hipertensión.
Frente a esta alarmante realidad solo resta formular respetuosa invitación para que prevengamos el sobrepeso y la obesidad en nuestros niños y adolescentes. Recordemos que su desarrollo depende en gran medida del contexto en el que se desenvuelven. De ahí la importancia de inculcar y adoptar hábitos alimenticios saludables desde el hogar pues como bien lo expresara en una de sus máximas el escritor François de La Rochefoucauld: «Comer es una necesidad, pero comer con inteligencia es un arte».