La Nación
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Vuelvo e insisto

Ventana médica

En mi país hermoso “de la gran felicidad perpetua”, para quienes viven a espaldas de la realidad o como avestruces con la cabeza escondida; hay un “festival del despelote jurídico”.

Este despelote ha sido propiciado por todos los padres de la patria que son electos voluntariamente por un pueblo, que supuestamente confía en ellos para que diseñen una verdadera justicia, durante el tiempo que se deben dedicar a laborar legalmente y para lo cual se les cancelan altísimos honorarios, no sólo a ellos sino también a una partida de jueces sinvegüenzas.

La justicia no existe, quienes debieran estar en las cárceles están en la calle, que es lo mismo. Los criminales tienen salidas semanales o quincenales; o permisos judiciales para supervisar sus empresas delincuenciales y darse la gran vida con lo que han robado.

Ahora, para acabar de ajustar, los que despilfarran el dinero de los contribuyentes o roban (a eso llamo yo comprar o alquilar carros chatarras oxidados de basura, o, no recoger la basura adecuadamente, o, dejar de recoger por varios días y contaminar el medio ambiente de los habitantes de todos los barrios de una ciudad) y otros que sobre facturan para recibir dádivas o hagan “carruselitos” de diferente forma, no puedan ser investigados, ni sancionados por ninguna entidad del Estado.

El pueblo, según los geniales magistrados que violan nuestra preciosa constitución, es el único que puede destituir. ¿Pero cuál es el procedimiento? ¡La derogatoria, a la cuál se oponen y atraviezan palos y trancas los funcionarios públicos electos! Pero llamar a una derogatoria es un imposible en éste país donde no ha prosperado ninguna, por más corrupto que sea el funcionario.

Por eso digo yo, que nunca habrá justicia en éste país; murió Álvaro Gómez y aún no hay culpables. Mueren muchas personas en mi país, incluyendo periodistas y nada pasa.

La guerrilla atenta contra la población civil y nada pasa. Matan por un celular, y si el muerto no pone la demanda no pasa nada tampoco. Hacen el paseo millonario por clínicas y hospitales incluyendo los de los taxis y si no hay muerto de por medio y éste no denuncia, no pasa nada. Este es un país donde reina la impunidad. Por eso estoy en total acuerdo con el Procurador, pues estamos “legalizando la impunidad” para darle gusto a un poco de ex criminales y ex guerrilleros que se han incrustado en el Partido Verde y perpetuarse en el poder.
Aruz2050@yahoo.com.co