La Nación
Abogado con sangre de artista 2 26 abril, 2024
MENSAJE DE VIDA

Abogado con sangre de artista

En diálogo con LA NACIÓN, Luis Carlos Sánchez habló sobre su infancia, las vivencias y cómo ese mundo del arte, pudo abrirle una puerta inmensa a un mundo que siempre fue a la par con él y que sigue explorando para poder perfeccionarlo. Gracias a su arduo trabajo logró que varios artistas de talla nacional e internacional, se fijaran en su arte que nace desde la espontaneidad.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Yo soy de Colombia, Huila y mi infancia fue muy bonita, tranquila, con paseos de olla al río, jugar fútbol, la música pues en esa época me encontraba en la banda del municipio. Siento que eso encierra todo lo que hay en los pueblos, el deporte, la música o el arte y siempre ver a mi papá pintando, ha sido artista desde que está muy niño.

¿Hay alguna historia que haya marcado esta época?

En el 2000 Colombia, Huila fue epicentro del tema de la violencia. Nosotros nos habíamos ido a Bogotá, huyéndole a eso y decidimos regresar para vacaciones de mitad de año. Todo iba bien, pero cuando ya nos íbamos a regresar le pedimos a mis papás que nos quedáramos un par de días más. Mi papá se regresó a Neiva para adelantar algunas cosas y justo para esos días, hubo una toma guerrillera y nos tocó vivir la experiencia.

Nos regresamos a Bogotá luego de eso, pero al año nos regresamos a Colombia, terminé mi colegio y luego comencé a estudiar Derecho en la Universidad Surcolombiana. En esa época hacia pequeñas caricaturas como de ‘desparche’.

¿Quién es su papá y qué influencia tiene en usted?

Mi papá es Ananías Sánchez Espitia, fue Alcalde de Colombia y es artista huilense. Siempre nos preguntan si alguno de nosotros pinta, mi hermana mayor pinta de vez en cuando, mi hermano estudio publicidad y tiene ciertas cualidades para el tema de la creatividad y yo con el tema de la música, pero nunca exploré la pintura y mi papá nunca nos insistió con el tema, él dejo que cada uno explorara.

Mi papá me ha asesorado mucho en este proyecto. Siento que ha ido caminando de su mano y me ha formado, siempre le pregunto y él me ayuda. Hemos creado el estilo. A veces chocamos porque yo tengo unas ideas y él otras, entonces me dice que no sature tanto los cuadros, pero yo le digo que no porque esa es mi energía. Sin embargo, tomo en cuenta lo que me dice en manejar tonos reales entre lo que quiero, sin dejar de usar el colorido.

¿Cómo fueron los inicios?

Hace varios años estaba iniciando la universidad y con todas esas preguntas que me hacía la gente, decidí intentar. Así que cogí un lienzo, lo puse en el caballete y con los óleos comencé a hacer un autorretrato, era un poco impaciente, porque con el óleo es un proceso que se demora. Así que me estresé, no me gustó lo que hice y lo dejé ahí.

Hasta que un tiempo después, cuando ya había terminado la universidad, miré bien que el problema radicaba en la técnica que estaba utilizando. Mi papá me aconsejó que usara materiales como el acrílico y acuarela que son más rápidos.

Así que compré los materiales y en una de esas mañanas quería hacer algo diferente, me senté y me puse a botarle energía para ver qué salía, porque yo voy haciendo las cosas que se me vienen a la cabeza, las voy ilustrando, sin tener ningún preámbulo. Me gustó el león que pinté, me sentí bien y que no había visto eso en ninguna parte.

Esa obra me abrió la incógnita a ese mundo del arte. La pintura es para que cada uno se siente bien, no para estresarse y me gustó, me sentí tranquilo. Comencé a explorar con animales porque me gusta la energía, el color, que transmita algo.

¿Cómo fue la evolución?

Comencé a evolucionar con retratos de gente famosa y mi papá me ha ido puliendo en todo este camino. Uno va encontrando su estilo y forma de pintar porque debe ser única. Yo siempre tuve la idea, pero él me ha ido puliendo para generar algo más contundente, pero no está marcado en la técnica o la perfección, no es realismo, es espontáneo que transmite los rasgos de la persona que estoy pintando.

¿Va a dejar a un lado su profesión?

Eso es un dilema, estudié derecho porque me gusta, pero a veces las cosas no se dan, pero tampoco lo he tirado a la basura. La pintura aparece en un momento donde tenía tiempo libre para hacerlo y me apasiona mucho. Son cosas diferentes porque el arte da otras cosas, es como si no estuviera trabajando.

¿Qué tan difícil es vivir del arte?

Es cosa difícil y lo sé porque mi papá nos sacó adelante con este trabajo. En Colombia, no hay cultura del arte. Entonces irse por este camino no es nada fácil.

¿Cuánto le toma hacer un retrato?

La acuarela es rápida de secar, pero también depende si estoy inspirado, a veces estoy con menos energía entonces me demoro otro poquito. Siempre trato de sacar algo que me guste a mí.

¿Cómo fue el contacto con Carlos Vives?

Cuando realizo el retrato de alguna personalidad, primero lo hago y luego me pongo en contacto con ellos por redes sociales. Me parece que Carlos Vives es una persona emblemática para el país y representa muchas cosas, entonces lo pinté y la ventaja de aplicaciones como instagram es que es una ventana de todo el mundo, lo subí y me contactaron de Gaira porque querían que él lo tuviera, así que fui y me encontré con Claudia Elena y se lo entregué. Luego, él lo posteo en instagram y eso sirve porque las personas que lo siguen pueden ver mi trabajo y abren puertas.

Abogado con sangre de artista 8 26 abril, 2024

¿Cuáles son los planes para el futuro?

Me gustaría irme con mi papá a vivir a otro país en Europa, es que acá la gente no conoce el concepto del arte real y piensa que es algo decorativo, pero va más allá, trasciende en la historia, vida, todo. Se podría decir que es inversión.

No puedo decir que todo el mundo vea las cosas así porque ya hay gente que me ha comprado y lo hacen porque valoran el trabajo que estoy haciendo.

Acá no hay apoyo y el llamado es buscar la relación con esos países que en realidad los valoran, hay muchos artistas que tienen talento, pero les toca pintar lo que vende. Se pueden crear cosas socialmente increíbles, pero no se hacen porque no le prestan atención. En un sitio donde no hay cultura del arte se puede llegar a perder la identidad.