La Nación
Barájemela despacio 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Barájemela despacio

Creo que en el país no hay ningún habitante que no desee la paz, no queremos más muertos por la violencia, pero lo que tampoco queremos es una total impunidad. Ahora el cuento “de la paz total” está tratando de violar toda la Constitución y las leyes, cosa que se juró respetar fielmente al inicio de gobierno.

Soltar a homicidas que están purgando cárcel con el objeto de convertirlos en gestores de paz se me hace una violación más fragante a la Constitución y a las leyes, pues una vez ejecutada una sanción penal no se puede levantar “así porque así” se le dé, o nó, la gana al Jefe de Estado. Esto no es un buen ejemplo para la ciudadanía, ni tampoco lo más adecuado, sin importar lo que diga la Cámara y el Senado; esto es muy grave pues lo que se está haciendo es dejar en libertad a asesinos, ladrones, extorsionistas, secuestradores y todo tipo de malandros, amigos de fuerzas revolucionarias unos, otros amigos de personajes siniestros como autores de atentados homicidas con resultados de muchos muertos y heridos, o autores de paros violentos con personajes torturados y homicidios de ciudadanos y agentes de policías. En fin. Ya toso los ciudadanos de Sur América están cada día girando hacia un gobierno tipo de Nayib Bukele en donde los habitantes piensan lo mismo que Pablo Cohello decía: “¿Qué me puede enseñar en un discurso un tipo que secuestraba, mataba, quemaba y echaba bala todo el tiempo?”.

Los defensores de los Derechos Humanos radicados en todo el planeta, sobre todo en USA, no han hecho más que atacar al Gobierno de El Salvador a lo que Bukele ha respondido: que estos defensores nunca han salido a defender los derechos de los ciudadanos de bien y honrados de el Salvador a quienes robaban, mataban, secuestraban, herían y mutilaban. Hoy en día hay más tranquilidad gracias a las políticas de seguridad social en las cuales ya hay miles de reclusos presos que pertenecen a las maras, o , pandillas que fácilmente se distinguen por los tatuajes que los identifican. Hoy en día pagan esta vida y la otra por quitarse los tatuajes pues hay más de 10.000 reclusos todos con antecedentes y tatuajes bien identificados, que “salieron del mercado”.

Inicialmente estaban revoltosos; en la medida que peleaban, se les restringieron sus derechos y cupo nutricionales  hasta que se avanzaron y les toco dejar de provocar las riñas  y molestar a la sociedad.

Hoy en día San Salvador tiene mucho tiempo con cero  muertos, donde antes había más de 20 muertos por día. Se trabaja en paz.