La Nación
Búsqueda permanente de enemigos 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Búsqueda permanente de enemigos

En esta semana de reflexión espiritual, que lo aprovechen tanto el presidente de la república como su equipo de asesores, para revaluar las constantes salidas de tono en todas las esferas, en especial, sobre los enemigos. Pareciera que permanentemente se estuviera buscando enemigos o, por lo menos, provocándolos para que aparezcan y le sigan el juego.

El mismo presidente lo había manifestado a escasos tres meses de iniciado su gobierno, en el entendido que lidiaba con un enemigo interno. Al parecer, se lo ha tomado en serio y no lo ha superado. Esto no debe ocurrir ni tampoco continuar. Se evidencia siempre en sus discursos o en cuanta exposición a la opinión pública su lanza en ristre contra el neoliberalismo, congreso, partidos políticos, tecnocracia, élite, oligarquía, Federación de Cafeteros, empresarios y hasta culpa a las reglas presupuestales que impiden la ejecución de sus programas o, también, a quienes han sido sus colaboradores (exministro Alejandro Gaviria), etc.  Ahora, no le bastó lo anterior, sino una constituyente.

Pero tampoco respetó lo replicado por Vargas Lleras al dar su opinión sobre la iniciativa. No terminaría de ilustrar todos los casos de búsqueda permanente de justificaciones lanzadas por el primer mandatario o, en otras palabras, de enemigos internos.

Bueno, creo que nos debemos acostumbrar, pues forma parte de su propio lenguaje y doctrina en sus correrías de antaño cuando se impuso desde la otra orilla (institucional) la doctrina de seguridad nacional por allá a comienzos de los años 60 (especialmente en las fuerzas armadas). Pese a que ya le entregaron un Informe sobre la necesidad de superar este pasado, con un trino del mismo presidente, éste se comprometió a sepultarlo, pero se le olvidó rápidamente.

Cuanta falta hace profundizar las tesis recientes sobre la complejidad del gobierno promovidas por el profesor Luis F. Aguilar Villanueva en la que expresa las propiedades del gobierno, sus errores, principios, legitimidad y efectividad. Esta última que es la que quieren y anhelan los ciudadanos. No es necesario traer de vuelta lo que prescribieron Aristóteles sobre el Estado ideal, ni a Locke sobre lo que implica el Estado en guerra, tampoco a Rousseau cuando advierte quien se vuelve enemigo por buscar su propia ambición, ni a Hobbes y Fichte sobre el momento en que aparece los enemigos, ni Kant cuando advierte como se debe tratar a un enemigo que represente una amenaza y, de manera contundente, a Carl Schmitt a quien se le debe la comprensión moderna sobre el concepto de enemigo en tanto éste es medida central, poder definitorio y esencia de lo político.

Creo que el presidente está involucrando más bien los conceptos que este último autor aclara con relación a que una cosa es el enemigo público y otra el privado y que son diferentes los conceptos de amigo, enemigo y lucha. De vuelta la comprensión de enemigo en la filosofía del derecho, el Estado y praxis política. Mejor gobernar.