Sorprende que en Colombia se proponga aumentar las semanas de la licencia de maternidad y en lugar de verlo como un compromiso que tenemos como sociedad le pongamos todas las trabas posibles.
Para poner en contexto el tema es preciso afirmar categóricamente que se encuentra plenamente demostrado que para un niño recién nacido es fundamental el cuidado de su madre y la lactancia durante el mayor tiempo posible, los dos elementos generan niños sanos no solo desde el punto de vista físico sino también emocional. Por esta potísima razón la tendencia mundial es aumentar el número de semanas de la licencia de maternidad.
Lo anterior debería ser suficiente argumento para que como sociedad asumiéramos el compromiso de extender la licencia de maternidad, desafortunadamente no es así, bastó que se presentara la propuesta para que afloraran cuestionamientos como por ejemplo que entonces las empresas preferirían contratar hombres generando una discriminación para las mujeres o que el costo para las empresas era alto y por tanto la propuesta debería ser desechada.
Con relación al incremento del costo para las empresas es importante que se tenga claro que son las EPS las encargadas de pagar la licencia de maternidad según el salario base de cotización y mediante recursos que reconoce el FOSYGA diferentes a la Unidades de Pago por Capitación (UPC), que es el dinero que le pagan a las EPS anualmente por cada afiliado. En consecuencia aumentar las semanas de dicha licencia es un costo adicional para el sistema de salud, el cual pagamos entre todos los colombianos puesto que se asume de las cotizaciones que mensualmente cancelamos los afiliados y los empleadores, sin que implique un pago mayor para nadie.
Lo que si es cierto es que las finanzas del sistema de salud se encuentran resquebrajadas, pero el pago adicional de semanas de licencia de maternidad se compensaría con el menor gasto en salud de la atención del menor, por tanto los problemas financieros de sector tampoco son excusa válida para rechazar la propuesta.
Así las cosas, la decisión debe tomarse como sociedad, o sea que trasciende la simple política de estado y un periodo de gobierno. Sería ideal que saldáramos la deuda que como sociedad tenemos con los niños recién nacidos y sus madres, cuyo impacto sin lugar a dudas es superior a lo que tendríamos que invertir.
Al margen: La propuesta antes comentada demuestra lo mucho que puede aportar el Centro Democrático cuando deja de pensar en la guerra y en la oposición hirsuta.
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