Haciendo una revisión de las diferentes crisis por las que hemos ido atravesando a lo largo del año (sequías, incendios y energía), es posible identificar que todas comparten dos rasgos en común. El primero, que estas situaciones ya habían sido previstas. El segundo, que estas situaciones no son nuevas en la historia colombiana, existiendo registros que demuestran su comportamiento cíclico. Lo triste del asunto, es que a pesar de que las crisis se agudizan cada vez más, seguimos prefiriendo un enfoque reactivo, frente a uno preventivo.
En lo que respecta al fenómeno de El Niño, existían reportes y alertas desde el año pasado de lo fuerte que este iba a estar durante el primer semestre del año 2024, sin embargo, ninguno de los niveles del ejecutivo diseñó o implementó planes para el ahorro de agua o de energía, de cara a cuidar los niveles de los embalses. Estas medidas solo se empezaron a implementar cuando los embalses ya habían alcanzado niveles críticos. Pasando al ámbito de la energía eléctrica, he sido recurrente en manifestar lo frágil que es el sistema eléctrico colombiano, por depender, de forma considerable, de centrales hidroeléctricas, las cuales son muy sensibles a los fenómenos climáticos y hacen uso intensivo de recursos hídricos.
Ahora bien, para los próximos meses, los expertos tienen previsto el regreso de las lluvias, sin embargo, desde ya, podemos prever que el país va a tener que enfrentarse a las mismas crisis y situaciones que han caracterizado a los tiempos lluviosos, durante las últimas décadas: las mismas calles inundadas, las mismas tuberías reventadas por el incremento de los caudales, los mismos desalojos y traslados de personas que siguen construyendo junto a los ríos.
Es hora de que empecemos a cambiar la historia, no podemos seguir gestionando las crisis desde el enfoque reactivo. Debemos apostarle al enfoque preventivo. Así, por ejemplo, en el ámbito de la energía eléctrica y el agua, deberíamos iniciar el proceso de transición hacia contadores inteligentes, con el fin de que los usuarios puedan hacer un seguimiento más responsable de sus consumos. De igual forma, urge diversificar la matriz de generación de energía eléctrica, con la finalidad disminuir la dependencia que tenemos respecto de las fuentes hídricas.