Aunque parezca insólito, el abogado Cristian Roa, ex personero de Villavieja, en aislamiento preventivo por coronavirus, anunció que levantará las banderas de cientos de pacientes indefensos que reclaman la misma oportunidad para que le hagan las pruebas del Covid-19.
RICARDO AREIZA
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El ex personero de Villavieja, Cristian Fernando Roa González, ganó dos batallas en un mismo tiempo. La primera, logró que le practicaran a la brava una prueba para confirmar o descartar un posible contagio de coronavirus.
La segunda batalla es parte de una larga historia que comenzó en la segunda semana de marzo cuando la pandemia global estaba tomando vuelo, inadvertidamente.
Sin saber el drama que tendría que padecer, el abogado, especializado en derecho constitucional, emprendió un tour de vacaciones que había programado desde diciembre, cuando concluyó un encargo fugaz en el Ministerio Público.
El plan turístico fue programado anticipadamente para Brasil donde se reportó el primer caso de la pandemia en América Latina, en febrero pasado, mucho antes que en Colombia.
El infectado, resultó un brasileño de 61 de años, quien estuvo en el norte de Italia, segundo gran foco universal de la pandemia. Nadie se dio por enterado. Ni siquiera el presidente Jair Bolsonaro, quien calificó la pandemia como “una fantasía”.
Según el Ministerio de Salud de Brasil, el hombre fue diagnosticado preliminarmente con covid-19 el martes 25 de febrero luego de ser admitido en el hospital Albert Einstein de São Paulo por presentar síntomas asociados a la enfermedad.
El peligroso tour
Sin dimensionar lo que podría ocurrirle, el joven abogado viajó al vecino país en momentos en que la crisis sanitaria había comenzado en Colombia el 6 de marzo cuando se detectó el primer caso, una paciente que había llegado a Bogotá, procedente de Milán (Italia).
El gobierno brasilero confirmaba en esa fecha 234 casos positivos de la enfermedad. En Neiva, el primer caso se descubrió el 14 de marzo, también importado de Italia. A su regreso, entendió la gravedad de lo que estaba pasando.
Estuvo en las paradisiacas playas de Copacabana en Río de Janeiro, uno de los más concurridos destinos turísticos. Después estuvo en Sao Paulo.
“Las playas estaban full, había muchísimos turistas de todo el mundo, no se percibía ninguna anormalidad. Nos cruzamos con muchísimos turistas de todo el mundo. Igual en Sao Paulo”, explicó. La misma frescura se respiraba también en Colombia hasta que la curva epidémica se disparó.
El retorno
El 17 de marzo, fecha en la que el ex personero regresó a Bogotá, en Brasil se reportaba el primer fallecimiento y 349 infectados.
Ese mismo día en Colombia se confirmaron 75 casos positivos de coronavirus. Por la noche el Gobierno Nacional declaró la emergencia sanitaria, económica y ecológica.
Al arribar al aeropuerto El Dorado de Bogotá, funcionarios de migración Colombia le notificaron que debía guardar cuarentena por 14 días. Aun así, viajó a Neiva, donde se sometería al aislamiento voluntario, como se lo indicaron.
“Su aislamiento comienza cuando llegue a Neiva”, me indicaron en Bogotá, según el protocolo que me explicaron funcionarios de migración. Así lo hice”, anotó.
“Temiendo un posible contagio, luego del viaje al exterior, me aislé totalmente en mi casa. Con decirle, que ni siquiera me atreví a salir de mi casa por una urgencia odontológica”, explicó Roa González.
“La instrucción que me dieron en El Dorado, era que tenía que aislarme, no en Bogotá, sino en Neiva, la ciudad de destino. Me encerré en mi cuarto, totalmente, casi no podía dormir, estaba angustiado porque además, tengo hipertensión y obesidad. Por no ser irresponsable no salí, me aguanté un dolor de muela, pero no salí para prevenir cualquier contagio”.
Primeros síntomas
El sábado 21 de marzo de 2020 en plena expansión de la epidemia, comenzó a sentir malestar general y cuatro días después una fiebre superior a 37 grados, según lo relató ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Neiva. Desde entonces creía que probablemente habría adquirido el virus durante su estadía en el vecino país. Llevaba tres días, en la incertidumbre.
“Además, sentía dolor en la garanta, sin ninguna explicación y malestar. Ahí comenzó la pesadilla. Llamé a la EPS y nada. Tampoco en la Secretaría de Salud de Neiva. No hubo poder humano para que me realizaran la prueba, en forma oportuna, antes de cualquier contagio”, afirmó.
Luego contactó a la secretaria de Salud de Neiva, Lina María Rivas Dussán pero no logró que le aceleran la prueba como un paciente sospechoso. La indicación era la misma que le impartieron a otros pacientes, hoy positivos. Permanecer aislados y tomar acetaminofén para el dolor. Ni siquiera estuvo en la lista de seguimiento.
Ese día se confirmaron en el país 470 personas infectadas y 4 fallecidas. En Neiva se presentaron 14 personas contagiadas.
“Además, comencé a sentir angustia, nerviosismo, vértigo. Un verdadero calvario. Por eso decidí, interponer una tutela para que protegieran mis derechos a la salud”.
“Era el último recurso al que acudí, ante la lentitud de los procedimientos. Como yo, otros pacientes soportaban impotentes la misma angustia. No tenía otra alternativa que la tutela para que me atendieran”, explicó Roa González.
Esa fue la primera batalla que le ganó a la desidia estatal, en medio de una creciente curva epidémica.
Primera batalla
El juez José Iván Martínez en cumplimiento de su deber, le ordenó a las dos secretarías de Salud de Neiva y Huila, como medida cautelar la práctica del examen en un término máximo de 24 horas.
“Teniendo en cuenta la premura con que se requiere este tipo de diagnóstico, se hace necesario y urgente que se valore de manera inmediata al paciente, realizándole los exámenes pertinentes para establecer si es positivo o no para el virus de Covid-19”, precisó el funcionario judicial.
En ese término impostergable, según la orden judicial, debía ser valorado por el equipo médico pertinente y debían practicarle las pruebas para determinar o descartar el contagio.
Aunque muchos pacientes, esperaban con la misma angustia el turno para las pruebas de diagnóstico, le dieron prelación. “Pero no fue voluntariamente, ni atendiendo la urgencia, la orden la impartió el juez de tutela, ante el peligro inminente en que me encontraba”, afirmó.
Atendiendo la decisión judicial, el jueves 26 de marzo, le practicaron las dos pruebas de laboratorio mientras permanecía en aislamiento preventivo.
Segunda victoria
El sábado pasado le dieron los resultados. La misma secretaria de Salud, Lina María Rivas, ratificó el reporte negativo. Su caso estaba desvirtuado. Esa fue la segunda batalla que ganó.
Los dos exámenes resultaron negativos. El abogado, especializado en derecho constitucional y derechos humanos, resultó negativo. Por ahora, el posible contagio, estaba descartado como ha ocurrido con otros 321 casos registrados en el Huila.
“No sé si fue sugestión, pero resulté negativo, el examen me lo acaban de entregar. Aunque aun siendo malestar, nervios y mareos, aparecía como negativo”, explicó Roa González.
“Aun así, sigo incrédulo. Las pruebas me las tomaron el 26 de marzo, seis días después de estar suplicando y solamente las remitieron al Instituto Nacional de Salud, el 29 de marzo. En este tiempo, donde estuvieron las pruebas, por eso sigo incrédulo”, afirmó.
“Desconozco si se tomaron adecuadamente, si se remitieron como está previsto, si se conservó según la cadena de custodia, si se realizó el embalaje y la rotulación según el protocolo. Como darle credibilidad si la misma directora del INS señala que el 80% de las pruebas llegan en mal estado”.
La promesa
“Siento que no están haciendo las cosas como deben ser. No hay agilidad, existe en medio de esta crisis, mucha lentitud, los pacientes viven otra pesadilla por esta razón saldré a defender a estos pacientes indefensos”, prometió.
“Tan pronto salga, me voy a convertir en un defensor de estos pacientes que no tienen opciones, que no atienden sus reclamos, este será la mejor compensación, porque pude sentir en carne propia, el drama de los más necesitados y la arrogancia de quienes deben garantizar la protección de los derechos”, concluyó.
Desde que se destapó la pandemia, 322 casos estudiados en el Huila, han resultado negativos. Según el último reporte hay 131 casos pendientes, 487 en cuarentena y 249 en observación. Un total de 233 pacientes terminaron sin novedades la fase de aislamiento y cinco están totalmente recuperados.
En Neiva fueron descartados 262 casos estudiados, hay pendientes 92 pruebas, y 385 pacientes siguen en observación, otros 227 terminaron la fase de aislamiento preventivo domiciliario sin novedad.
Adicionalmente, otro adulto de 71 años, infectado en el primer cerco epidemiológico, también logró superar el contagio.