La Nación
EDITORIAL

Cumbre de París

Con un urgente llamamiento de los principales líderes mundiales a actuar con decisión para enfrentar el calentamiento global, comenzó ayer en París la Cumbre del Clima (COP21).
Durante dos semanas, los jefes de Estado y de Gobierno de 195 países explorarán una vez más un acuerdo universal y vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático.
La misión es reemplazar el Protocolo de Kioto, aprobado en 1997, que no sirvió no logró reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A diferencia de Kioto, que cubría el 11% de las emisiones (sin contar con China y EE. UU.), ahora se intenta un pacto global que comprometa a todos. Ese es el principal reto.
Considerada como "la última oportunidad" para la Tierra, la COP21 arrancó con un apoyo político sin precedentes y en un ambiente de optimismo.
Hay razones para pensar que la Conferencia de las Partes como también se le conoce a la Cumbre de París, marcará un giro decisivo en la lucha contra el cambio climático.
La predisposición de las grandes potencias a cerrar un acuerdo vinculante y definitivo para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera a partir del año 2020 augura un buen desarrollo de la Cumbre de París.
La Cumbre comenzó con un buen preludio. La Casa Blanca anunció que veinte países, entre ellos los cinco más poblados (y más contaminantes), China, EE.UU., India, Indonesia y Brasil, duplicarán sus inversiones en energías limpias en los próximos cinco años.  Ese anunció representa un giro importante. Estas naciones representan el 75% de las emisiones mundiales de CO2, principal gas causante del efecto invernadero.
Otros 146 países, entre ellos Colombia, han presentado a la ONU sus propuestas de contribución voluntaria paralimitar las emisiones de gases contaminantespara el 2030. Estas acciones aunque importantes son insuficientes para frenar la el calentamiento.
La meta de Colombia al 2030 es la reducción en 20 por ciento de estas emisiones, que para esa época se estiman en 335 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes. Esto significa reducir unos cuatro millones de toneladas por año.
"París debe marcar un giro decisivo", exclamó el secretario General de la ONU, Ban Ki Moon. El mundo en peligro, también lo exige.
 
 
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“Considerada como "la última oportunidad" para la Tierra, la COP21 arrancó con un apoyo político sin precedentes”.
 
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