La Nación
Dios se siente atraído por los visionarios 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Dios se siente atraído por los visionarios

Por: René Jiménez Cobos

La Biblia dice en el libro de Joel 2:28 “Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones”.

Ser visionario es una condición que Dios le regala a toda persona, pero a cada quien le corresponde conquistar eso que quiere lograr.  Existe un momento en la vida en el que tenemos que avanzar, y en este avance Dios nos guiara a la conquista, que puede ser una familia que deseemos tener o lo que yo quiero para el futuro.

Puede suceder que a pesar de la búsqueda pareciera que no encuentro nada, es allí donde es necesario ir a la semilla, no al fruto, pues las semillas son el elemento esencial para dar un buen fruto. Deja que las buenas semillas de Dios sean sembradas en su vida.

Pedro, dice la Biblia que caminó sobre las aguas, pero cuando vio las circunstancias, comenzó a hundirse. En tu caso puede ser tus limitaciones, dificultades, frustraciones etc.., que no te permita ver tus metas, o el temor logra impedir visualizar tu futuro.

Podría afirmar que existen las siguientes clases de personas: las que andan sin rumbo claro, un poco perdidos por la vida. Otras, que saben que está pasando algo, pero no reaccionan. Y están los que tienen una visión que hacen que las cosas pasen.

Los animo a buscar la presencia de Dios y entender que él abre puertas de oportunidades. Es necesario entender que en nuestras fuerzas es muy difícil lograrlo porque nos cansamos, nos desánimos, sentimos que nos rendimos.  Dios sabe qué va a pasar con tu vida y claro él desea lo mejor; quiere que tengas un excelente hogar, el mejor trabajo, una salud a toda prueba etc. pero la decisión la toma uno. La Palabra dice en Mateo 7:8 “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Si no se lo permite, él no interferirá en tus planes.

Si yo preguntara, cuál es tú visión, tal vez responderías: mi visión es casarme y tener hijos hermosos. Otros dirían: tener un negocio, o tal vez culminar mis estudios. Yo te digo eso no es una visión, esos son objetivos; una visión es propia de los visionarios quienes no son víctimas sino creadores de circunstancias, de oportunidades, que avanzan, que no se detiene ante las dificultades, al contrario, estas circunstancias son oportunidades de ser mejor.

Quiero terminar esta columna animándote a plantar buenas semillas en tu interior, ellas aumentaran tu fe, ampliaran tu visión y te llevaran a nuevos niveles de victoria en tu vida.