El Malecón del río Magdalena, sitio obligado para los turistas que visitan la capital opita en época de San Pedro, se ha convertido en un lugar poco atractivo, donde las ventas no son suficientes, y los turistas ya no llegan, así lo afirmaron algunos comerciantes.
Tanto artesanos, y comerciantes del Malecón afirmaron que las vallas que se ubican para San Pedro en la avenida Circunvalación hacen que se formen traumatismos porque no dejan pasar a los turistas de una calle a otra y esto les reduce las ventas. Sumado a la presencia de los vendedores informales.
SegúnOlga Lorena Jiménez, presidenta de la Asociación de Artesanos, “los desfiles en vez de ser en nuestro beneficio nos están afectando, porque nos encierran, las vallas las colocan y no nos dejan pasar. Luego de los desfiles no las quitan impidiendo la entrada de los clientes”.
Ante esta situación, el secretario de Gobierno Municipal José Ferney Ducuara, informó que efectivamente ya se hizo el trámite para garantizar que haya algunos espacios disponibles entre las vallas donde se dará paso a los ciudadanos de calle a calle.
Los artesanos afirman que sus negocios no están siendo rentables.
“En San Pedro quedará todo el sector envallado y solo vamos a dejar unos espacios libres, sin vallas, para que pasen sin ningún problema en los momentos en que ya no haya desfile”.
Aclaro que “es imposible quitar todas las vallas porque la gente se va encima de las candidatas, de la comparsa, de las carrozas, lo que interrumpe el normal desarrollo de los desfiles y se va a ver uno fiesta desorganizada”.
Sin embargo, el inconformismo de estos comerciantes no es uno solo, “ahora la Alcaldía nos está pidiendo un nuevo impuesto, nosotros estamos dispuestos a pagar siempre y cuando esa plata se invierta aquí.
“Hace 20 días nos dijeron que era para espacio público, no sabemos si a nosotros nos beneficiará, pues no valoran que esto lo mantenemos y sostenemos nosotros, y después son los funcionarios los que sacan la cara”, indicó la Presidenta de los artesanos.
Sobre estos pagos, José Ferney Ducuara informó que “no son unos impuestos sino un derecho económico por el aprovechamiento del espacio público productivo. En el Malecón ninguna persona había pagado por ocupar y explotar esos espacios”.
Según él, este dinero va a un fondo que permitirá precisamente invertir en estos sitios para adecuarlos. “Ellos tendrán que pagar el concepto de espacio público. Con esto se embellecerán todos los espacios de la ciudad, incluido el Malecón. Ya hay más de 26 personas que se formalizaron con la Alcaldía, que ya pagaron, y otros 40 que están haciendo el trámite y los papeles”.
En San Pedro el Malecón no es un buen atractivo para los turistas.
Situación interna
Casi la mitad de los locales del sector artesanal no están en servicio, otros son bodegas que solo abren en San Pedro y esto genera mala imagen al sector. Sumado a esto, hay pasillos abandonados,llenos de basura, que son ocupados por los indigentes.
Precisamente, para que el lugar se vea un poco arreglado los comerciantes deben entregar una cuota mensual de aseo y cuidado de plantas. Según ellos, la Alcaldía no les ayuda con ningún recurso para el embellecimiento de esta zona turística de la ciudad.
Desde hace cuatro años las personas del lugar pagan la cuota, actualmente es de 84 mil pesos mensuales por cada local, que cubren los costos de mantenimiento del espacio.
De igual forma, Olga Jiménez dijo que “hay una problemática interna que es la de los locales desocupados, casi la mitad. Aquí hay gente que tiene locales de bodega, que se aparecen solo para el mes de junio”.
Sobre el tema el Secretario de Gobierno Municipal expresó que “recuperamos doce locales donde había personas consumidoras de drogas lo que era una problemática”.
No obstante, Olga Lorena Jiménez señaló que “la Administración Municipal no nos ha ayudado a los artesanos en nada, solo cuando necesitan una muestra y una representación”.
La zona de la desaparecida Mantra, ahora será plazoleta de comidas.
Otros problemas
Otro lugar, aledaño al sector y que genera mala imagen, es el terrero abandonado de donde antes era Mantra.
“Después de las seis de la tarde es triste ver todo lo que hay alrededor del Malecón, salen delincuentes, indigentes, drogadictos, hasta prostitución es común ver”, relató el comerciante Noé Charry.
Con el propósito de aprovechar el espacio, este año el lugar será una plazoleta de comidas “funcionó durante varios años y quienes lo estaban ocupando últimamente lo dejaron en ruinas. Ya se llevó a cabo la demolición, porque en San Pedro este será uno de los lugares subastados para ser aprovechado como atractivo de las fiestas”, indicó José Ferney Ducuara.
Por otro lado, el comerciante Noé Charry dice sentirse afectado porque “cuando llega San Pedro la Alcaldía saca un decreto para permitir la venta de licor en las casetas y a mí me iban a sellar porque también estaba vendiendo licor, una venta más fácil que vender comida, pero a nosotros nos niegan la posibilidad”.
Lamentablemente San Pedro es para los de corbata. Se vuelve una calle de competencia donde los señores de las diferentes carpas no hacen más que competir al volumen de la música, opacando los negocios pequeños que siempre han existido”, señaló Charly.
El monumento del Mohán disminuyó en visitas.
Bajaron las visitas
El monumento del Mohán es uno de los atractivos del Malecón del Río Magdalena, pero según su administrador los recursos que recibe son insuficientes y en San Pedro no es mucho lo que aumente, ya que frente al sitio se ubican unas carpas donde se forman pleitos que indisponen a los turistas, y los vendedores ambulantes obstruyen el paso de posibles visitantes.
Joaquín Osorio, encargado de la torre del mohán dijo que desde que trasladaron los desfiles para la Circunvalar se han disminuido las visitas de turistas en un 50 por ciento, porque no hay ingreso por el lado del monumento desde que instalan las vallas de seguridad. Aquí colocan dos sitios de venta de licor donde se aglomeran muchos ñeros y mucha gente que forma problemas. Son vallas que pasa el desfile y las dejan amarradas y entonces la gente no pasa al Malecón.
El ingreso al Mirador del Mohán vale mil pesos y en San Pedro es el único tiempo que pueden subir las ventas. “El poco espacio que queda libre es ocupado por los vendedores ambulantes que nos impide el ingreso y la visibilidad de los turistas”, subrayó Osorio.
Olga Lorena Jiménez.
Más seguridad
Entretanto, los neivanos que se pasean por el Malecón a distraerse advierten que no es un lugar atractivo, que se nota abandonado y es evidente que los negocios no son rentables.
Según María Cárdenas, “es necesario mejorar el aspecto del Malecón, debe haber más limpieza, especialmente en la orilla del río sale un olor pésimo porque hay mucho excremento. Se debe mejorar el aseo y permitir mejor seguridad en época sampedrina porque esto se vuelve muy riesgoso para propios y visitantes”.
Por otro lado, Javier Díaz dijo que “llevo cuatro años trabajando vendiendo raspados aquí en el Malecón. En San Pedro es crítico porque todo el espacio público lo ocupan con las casetas y a nosotros los vendedores nos toca deambular por lado y lado. No dejan espacio suficiente para la gente, nuestras ventas no son iguales”.
José Ferney Ducuara.