Los criaderos de zancudos y los malos olores que se derivan de la vegetación que flotó de El Quimbo en el sector de Rioloro, en Gigante, tiene desesperados a los pobladores, quienes denuncian que durante el día no soportan la fetidez que sale de las orillas de la represa, y al anochecer los zancudos se adueñan del lugar.
El problema lo están ocasionando los residuos de madera que aún están en la parte baja del centro poblado, que tuvo que ser inundada, la comunidad expresa que los trabajos de recolección se venían realizando pero fueron suspendidos.
La descomposición de la madera produce malos olores que la comunidad ya no aguanta.
Entretanto Emgesa que es la responsable del proyecto, aclaró que la suspensión de la recolección de madera se debió a que la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (Cam), estaba realizando unas certificaciones requeridas, pero una vez se termine esta labor por parte de la Corporación, se continuará con el transporte y disposición final de la madera.
Contaminación
Los malos olores y la contaminación se producen porque en el sector fueron inundados varios predios que pertenecían a la zona urbana de Rioloro, en esas casas había árboles y además estaban circundadas por bosques, que tuvieron que ser derribados, esa madera más la que flotó luego de la inundación de los terrenos terminó en las orillas del embalse y hoy tienen a los pobladores desesperados porque no aguantan la hediondez.
En el sector tuvieron que ser derribadas varias casas para darle paso a la represa.
En el sector también había una piscícola, cuyos terrenos también hacen parte de la represa pero el agua todavía no ha llegado hasta allí, los lagos fueron desocupados y ahora se han convertido en un criadero de zancudos que por las tardes se vuelve insoportable.
La comunidad prendió las alarmas para que las autoridades sanitarias tomen cartas en el asunto y evitar posibles epidemias debido al zancudero y a los malos olores.
En el lugar se han formado charcos de agua contaminada que son propicias para los criaderos de zancudos.
LA NACIÓN, hizo un recorrido por la zona y pudo comprobar la gran cantidad de madera en descomposición que hay en el sector, y aunque una retro excavadora está en el lugar removiendo parte de los escombros de las casas que allí existían, en el predio donde estaban los lagos no se está haciendo nada para desempozar las aguas contaminadas.
“Lo que pasó aquí fue que Emgesa tumbó los arboles pero no los recogió, con el tiempo esa madera se descompuso y ahora uno no se aguanta el olor, que en las mañanas es más suave pero a las cuatro o cinco de la tarde nadie se lo aguanta. Como si fuera poco a esa hora usted no encuentra a nadie por aquí porque el zancudero es impresionante. Emgesa la limpieza la está haciendo pero en el espejo de agua y lo que quedó en tierra no les están haciendo nada”, expreso Herney Montealegre, vocero de la comunidad de Rioloro.
Emgesa se pronunció y dijo que en los próximos días continuarán con la recolección y disposición final de la madera.
Los vecinos del sector se han acercado a las oficinas de la Alcaldía de Gigante para poner en conocimiento de las autoridades la situación, pero no han obtenido respuestas.
Armando Peña, habitante de Rioloro.
“En Gigante no tenemos quien nos defienda, hablamos con el personero y lo que hacen es que le sacan a uno disculpas, yo les he dicho de frente que no sirven para nada porque aquí todo el mundo llega y hace lo que quiere”, aseveró, Armando Peña Beltrán, habitante de Rioloro.
Lester Alfonso Lizcano, habitante de Rioloro, recuerda con nostalgia las tardes luego de sus faenas de trabajo, cuando se sentaba en el andén de su casa a descansar y a ver pasar los pescadores.
Lester Lizcano, habitante de Rioloro.
“Se respiraba aire puro ahora ya no puede uno disfrutar ni del viento porque lo que trae es mal olor, y los zancudos no lo dejan a uno en paz, ahora el zancudero es todo el día. Los día de tranquilidad en Rioloro se acabaron”, afirmó Lizcano.
Altas temperaturas
Los habitantes de Rioloro también se quejaron de las altas temperaturas que han experimentado luego del llenado del embalse, situación que según ellos ha contribuido a que se proliferen plagas en la localidad y que los frescos atardeceres que los lugareños compartían ya no sean lo mismo.
Esa situación ha ocasionado que varias familias estén pensando en salir de Rioloro, pero el problema es que debido a la transformación que sufrió el entorno del centro poblado no es tan fácil vender los predios.
En este sitio está proyectada la construcción de un malecón turístico pero los trabajos aún no empiezan.
La esperanza que tienen los habitantes de Rioloro, es que con el malecón que les prometieron que van a construir justo en el sitio donde está hoy el foco de contaminación, la población se vuelva de interés turístico y esto les pueda dar un aire distinto y una oportunidad a los pocos lugareños que aún quedan.
“Aquí vinieron y nos dijeron que iban a hacer un malecón, que eso iba a quedar muy bonito, también se comprometieron a arreglar la carretera para llegar hasta la orilla de la represa pero no salen con nada. Todo son promesas mientras tanto aquí seguimos viviendo no más del clima y matando zancudos, porque no hay nada que hacer”, agregó Armando Peña Beltrán.
La comunidad de Rioloro, está a la espera de que todas las promesas que les hicieron se cumplan, empezando por la recolección de la madera, que es el problema más inmediato que tienen, que según Emgesa las demoras se deben a unas certificaciones de la Cam.
Herney Montealegre, vocero de la comunidad de Rioloro.
“El transporte de la madera tuvo que ser suspendido por un periodo debido a que la Cam debía realizar certificaciones adicionales requeridas. Una vez la Corporación finalice, Emgesa solicitará nuevamente los salvoconductos para continuar con el transporte hacia los patios de disposición final. Se estima que estos trabajos se reiniciarán la próxima semana, una vez sean reactivados los permisos”, expresó Emgesa en un comunicado.
Asimismo, la comunidad está atenta a que les construyan el malecón para ellos tener una oportunidad de rebuscarse un trabajo y poder sobrevivir a la crisis que están pasando, antes de que tengan que venderle al mejor postor lo poco que les queda y personas extrañas vengan a disfrutar y a beneficiarse del turismo que se implementará en la zona del embalse.