Píter Bonilla Díaz
Estoy esperando la llamada telefónica. Me la pueden hacer por fijo y celular. O que timbren el citófono donde resido. Que alguien me aborde en la calle.
Me refiero a la encuestadora contratada por el Centro Democrático, Partido al cual estoy afiliado, para la elección por este sistema del, o la candidato(a) a la presidencia de la república.
Por los distintos medios que escribo he anunciado, incluso he ambientado como modesto influencer para esa designación, a la senadora María Fernanda Cabal. También son excelentes pre candidatos, Rafael Nieto Loaiza. Igualmente incisivo en la reclamación al presidente Duque de la aplicación decidida con más autoridad y orden, sin considerar los tales Derechos Humanos contra las Fuerzas Armadas, que no existen para los violentos. Y que solamente en Colombia tocan al Ejército y a la Policía.
Paloma Valencia, relevante, valerosa y enjundiosa parlamentaria.
Alirio Barrera, la revelación con muy buen futuro político por su eficaz desempeño como gobernador que fue del Casanare.
En un principio opiné que al formidable ex ministro Oscar Iván Zuluaga los colombianos deberíamos reivindicarlo ante la sucia y perversa trampa para robarle la presidencia hecha por Juan Manuel Santos. Pero con la salida en falso cuando dijo que como mandatario apoyaría el incumplido proceso de paz, que como lo advirtió Santos, la guerra dejó de ser rural para trasladarla a la parte urbana, echó abajo, no solo mi inclinación por su candidatura, sino la de mucha gente. De ahí que no se le ve opción para salir favorecido en la encuesta. Que, sin duda, beneficiará en forma arrolladora a la llamada “Cabal dama de hierro” colombiana.
Como también se ha informado, la persona que logre la mayoría de los votos será la que entre en el juego con los otros aspirantes de los sectores de derecha, para definir el que compita con el candidato de la extrema izquierda. Que a no dudarlo será el comunista Gustavo Petro, de pésima recordación como alcalde de Bogotá.
A propósito de las encuestas, lo ideal es que se efectúen de manera personalizada. Y desde luego con una amplia cobertura, incluyendo la zona rural donde también hay sufragantes. Ignoro cómo se realizará con efectividad este tipo de sondeos, cuando la telefonía fija tiende a desaparecer y no existe directorio de móviles.
De todas formas, lo conveniente es que la encuesta quede en lo posible perfecta, para que no haya reclamos de ninguna naturaleza y el Uribismo recupere su voluntad de poder.