Se salvó de Ébola, pero su perro no. La enfermera española que padeció la enfermedad y está viva de milagro, no entiende cómo le sacrificaron su animal.
“Es un asesinato cometido contra mi perro”, lo dijo a la prensa de su país, Tersa Romero, quien se infectó del ébola, pero semanas después, luego de múltiples exámenes, logró librarse de la mortal enfermedad que ha cobrado más de 4.922 vidas en diferentes países del mundo, especialmente en África.
Desde el pasado 6 de octubre, Romero había sido remitida en el Hospital Carlos III, lugar donde actualmente permanece, a la espera que le den de alta luego que el 21 del mismo mes, le determinarán su curación del virus.
Aunque está feliz de haberse librado del ébola, ella no acepta la muerte de su perro, al que junto con su esposo, Javier Limón, fue aislado por tres semanas para descartar cualquier posibilidad de contagio.
Por su parte la pareja de la enfermera española, que superó el virus, al igual que la mujer, también criticó el asesinato de su perro, quien fue sacrificado el pasado 8 de octubre sin determinar si efectivamente ‘Excalibur’, como se llama, estuviera o no infectado por la mortal enfermedad.
Teresa Romero citó el caso del perro de una enfermera de Estados Unidos que también se había contagiado. Expresó que a diferencia de Excalibur, la mascota de la norteamericana fue aislada.