Alexander Molina Guzmán
La historia de vándalos en Colombia es tan infame como El Muro de Berlín y tan larga como La Muralla China. Por ahí han salido a recordarlo los colombianos pues el robo al erario está documentado en casos como Chambacú, Foncolpuertos, Dragacol, Invercolsa, Cajanal, el carrusel de los hermanos Nule, Salupcoop, Agro Ingreso Seguro, Caprecom, Dian, Interbolsa, Reficar, Odebrecht, Coljuegos, Colpensiones, Ecopetrol, “cartel de la toga”, El Guavio, Fidupetrol, el Túnel de la Línea, Hidroituango, la Ruta del Sol, “cartel de la hemofilia”, cartel del Programa de Alimentación Escolar, universidades… Es una larga lista de vandalismo que tiene principio y que no tiene fin, pues el robo continúa. Y eso que es la camándula de corrupción más representativa, la que más ha mojado prensa nacional e internacional, porque si en cada departamento se hiciera la propia lista de las acciones corruptas que han dejado los vándalos en cada región del país, cada región debería tener su propio cartel publicado de los hombres y mujeres que han vandalizado al pueblo colombiano en la forma como se roban la plata a manos llenas.
Esos vándalos son los verdaderos incendiarios del país, los que lo tienen destrozado, los que se han robado la esperanza de millones de colombianos de tener una vida realmente de calidad, una vida digna. Porque son esos vándalos los que todos los días pisotean la dignidad del pueblo colombiano al tenerlos atados como esclavos a la avaricia de la plutocracia de este país. Una plutocracia que ha puesto al sistema político colombiano a su favor, a trabajar para ellos, a que proteja su riqueza y que la siga engrandeciendo, a costa del trabajo de millones de colombianos que ven cómo esas grandes fortunas se incrementan y su vida se vuelve más precaria.
Esos millones de colombianos inconformes con esta situación que “deben” soportan todos los días y que salen a protestar pacíficamente contra eso no son los vándalos…son los vandalizados. Y mientras que esos millones de colombianos piden realmente verdaderas reformas políticas y económicas para tener una mejor educación, una mejor saludad, empleos dignos, una mejor calidad de vida, el Gobierno Nacional sale a darles monedas, a tratarlos como mendigos; entonces, el Presidente sale a decir que habrá tres días sin IVA y que se les devolverá el 100% del IVA a las familias más vulnerables. ¡Hagan fila mendigos que ahí les van sus monedas!
Si, la plutocracia de este país seguirá engordándose con su avaricia, con la corrupción, con ese vandalismo histórico que no para, y al pueblo vandalizado le lanzan monedas para que no jodan.