La Nación
Infantes se la juegan contra la COVID-19, sin escudo de protección 1 26 abril, 2024
HUILA

Infantes se la juegan contra la COVID-19, sin escudo de protección

En la guerra contra la COVID-19 los infantes y niños y niñas de corta edad en Colombia continúan batallando sin escudo de protección frente al SARS-CoV-2. Desde marzo del 2020 el virus ha venido atacando a este grupo poblacional en menor incidencia frente a los adultos, pero en todos los rincones del país. Así se ha esparcido la enfermedad en Huila.

 

huila@lanacion.com.co

En los próximos días el país conocerá si el Ministerio de Salud permite la vacunación contra la COVID-19 en menores entre los 6 y 11 años de edad, se trata de un grupo poblacional para el cual el comportamiento de la infección por el SARS-CoV-2 ha sido sustancialmente diferente a la de los adultos, pero donde siguen siendo altas las probabilidades de contraer el virus, que hayan complicaciones y deban efectuarse hospitalizaciones y, en el peor de los casos, que la patología cause la muerte.

 Desde que pisó suelo colombiano los infantes se la juegan contra la COVID-19 sin escudo de protección y a la fecha los reportes de las autoridades de salud corroboran que la enfermedad a la hora de atacar y arrebatar vidas no distingue de edad.

Desde que comenzó la vacunación masiva el Ministerio de Salud ha venido efectuando una vacunación gradual de acuerdo a los rangos etarios donde el más reciente permite la inmunización para menores desde los 12 años en adelante. El proceso ha reducido significativamente el número de complicaciones, hospitalizaciones y decesos, y los biológicos suministrados son por ahora el arma más fuerte contra la enfermedad.

Muertes tempranas

Avanzan los estudios para conocer los resultados de seguridad y respuesta inmune de los biológicos en menores de 11 años de edad, y ya el  Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos – Invima, aprobó  la administración de la vacuna Coronovac desarrollada por la farmacéutica Sinovac Life Sciences Co., en menores a partir de los 6 años, ahora depende del aval del Ministerio de Salud.

Entre tanto la mejor estrategia para la protección de los niños es “la inmunidad en capullo, que consiste en vacunar a los adultos más cercanos al niño o niña y mantener las medidas no farmacológicas de protección (distanciamiento, tapabocas, lavado de manos, ventilación)”, explica la Sociedad Colombiana de Pediatría.

Mientras eso se da, es importante conocer que el panorama también golpea a este grupo poblacional y así lo detalla el Ministerio, que ha registrado 16.229 contagios en bebés menores de un año de edad, 15.662 entre 0 a 9 años, y 378.991 en adolescentes y jóvenes entre los 10 y 19.

En total han logrado recuperarse del letal virus 15.778 bebés, 155.793 entre los cero y nueve años, y 377.832 en rangos etarios de 10 a 19.

De otro lado, los reportes de fatalidad que a fecha del 22 de octubre ascendían a 126.994 muertes en todas las edades debido al COVID-19, indican que de estos, 321 han ocurrido en menores de 19 años; discriminado, en el país la patología ha matado a 79 infantes menores de un año de edad, otras 75 víctimas se encontraban entre los 0 a 9 años, y 167 más tenían entre 10 a los 19.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en Huila 6.157 menores de 18 años han resultado contagiados, de estos 319 fueron bebés que tenían menos de un año,  1.072 se ubican en rangos de entre 1 y 5 años, 1.323 entre los 6 y 10, otros 2.167 entre los 11 y 15, y 1.276 más de 16.

 100 de los niños han tenido síntomas graves y otros 242 complicaciones moderadas, es así como 342 han requerido asistencia en el hospital o han ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos, pero a siete la enfermedad les ha ganado la batalla.

En términos porcentuales el comportamiento epidemiológico del COVID-19 en la población menor de 18 años ha presentado una incidencia de 6,9% del total de los casos confirmados, además, la positividad en el total de las muestras tomadas es del 2,3%.

Se ha evidenciado que el 51,9% de los infectados corresponden al género femenino y el 48,1% al masculino. En relación con la presencia de síntomas, el 94,4% han cursado con síntomas leves, el 3,9% han requerido estancia hospitalaria por sintomatología moderada y solamente el 1,6% han requerido estancia en UCI de los cuales el 0,24% han fallecido.

Y en relación con la respuesta de los padres, estos han sido aprensivos a las recomendaciones brindadas por los profesionales, debido a que no reconocen las posibles afectaciones en los menores y sus posibles complicaciones, por lo que se debe realizar un acompañamiento mayor, en ocasiones con un equipo interdisciplinario para lograr así una mejor atención a los usuarios.

Subregristros desconocidos

Según la Sociedad Colombiana de Pediatría existe un subregistro de personas portadoras del virus que han sido asintomáticos, lo cual muchas veces es mayor en los niños, niñas y adolescentes.

 El seguimiento a la pandemia en el país con corte al siete de agosto evidenciaba que el comportamiento en población pediátrica ha sido sustancialmente diferente a la de los adultos, pero similar al que se ha dado en otras latitudes. Para esa fecha en Colombia se reportaban 412.264 casos positivos en la población (infantil y adolescente) proyectada de 14.294.176 en 2020, representaba una incidencia de 29 casos por cada 1.000 habitantes menores de 18 años, cifra cuatro veces menor a la reportada en adultos (123 por 1.000 habitantes de 18 o más años).

“La literatura mundial aún trata de aclarar la diferencia entre la incidencia del virus en niños, respecto a la que se presenta en relación con la de los adultos, aunque, en general se observa. Algunos de los argumentos que pueden explicar la diferencia son: una menor susceptibilidad al virus; otros factores observados son: un mayor número de asintomáticos, baja exposición, y menor severidad de los síntomas”.

Sin embargo,  a renglón seguido aclara que estudios que han utilizado otras técnicas de tamizaje, como pruebas serológicas, han detectado hasta un 50% de niños asintomáticos. “Si tomamos en cuenta estos datos y ajustamos la incidencia con la frecuencia de casos asintomáticos en Colombia en esta población, que para julio representaba el 14%, tendríamos que la incidencia real podría estar en 103 casos por cada 1.000 habitantes menores de 18 años, una cifra más cercana a la de los adultos”.

Infantes se la juegan contra la COVID-19, sin escudo de protección 7 26 abril, 2024
Ilustración de la Secretaría de Salud del Huila.

La vacunación

Una de las principales conclusiones a las que ha llegado la Sociedad Colombiana de Pediatría indica que el comportamiento de la enfermedad en el país en población pediátrica es similar al que se reporta en artículos internacionales, esto es: baja incidencia y mortalidad.

Subraya la entidad que la apertura de colegios no parece tener un efecto negativo en la incidencia de casos pediátricos, ni mayor grado de severidad. E invita a mantener las medidas de protección personal, vacunar con urgencia a la población más susceptible, a tener más vacunas disponibles para aplicar a la población pediátrica y así disminuir el impacto de esta pandemia en la calidad de vida de los colombianos.

Sin embargo, también advierte que es necesario contar con la aprobación de los entes regulatorios a nivel nacional e internacional para las vacunas en pacientes menores de 12 años, “no recomendamos por el momento iniciar vacunación a esta edad enfatizando que este es un proceso dinámico y en continua evolución por lo que las recomendaciones pueden cambiar de acuerdo a la información disponible”, el anuncio se hizo antes de que el Invima aprobara  la administración de la vacuna Coronovac.

Otra de las peticiones que hace la Asociación, es a recuperar los servicios pediátricos que fueron cedidos para la atención de pacientes adultos en los picos previos de la COVID-19, ya que se observa un incremento de la circulación de otros virus respiratorios y gastrointestinales que representan alta ocupación hospitalaria.

A su turno el Invima también insistió en la importancia del desarrollo de estudios de postcomercialización que contribuyan al conocimiento de la utilidad y riesgo de la vacuna en el uso masivo, estudios que deben ir más allá del reporte espontáneo, ya que este asunto es de mayor importancia en los menores de edad por Ios limitados datos de los ensayos clínicos.

En todo caso, es poco probable que la sola vacunación en adultos frene la cadena de transmisión del virus en la comunidad.