La Nación
La división entre vacunados y no vacunados 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La división entre vacunados y no vacunados

Humberto Silva Cuellar

 

Según la última encuesta Invamer, el 39% de los colombianos no se vacunaría contra el covid 19, lo cual generaría problemas políticos y de gestión gubernamental para lograr convencer a la gente de las bondades de la vacuna. Existe demasiada desinformación, que se inició con los acuerdos de confidencialidad, donde las farmacéuticas no responden por efectos secundarios que puedan generar las vacunas, la pregunta es entonces ¿quién responde?, el llamado a hacerlo es el gobierno, que debe tener cuidado en la adquisición de las mismas- es el sonado caso de Astrazéneca- y su manejo de la cadena de frio, además del plan de vacunación riguroso. Existe un –no sé cómo llamarlo- si incentivo u obligación, en lo que los países desarrollados están llamando “PASAPORTE DE VACUNAS”: según un artículo del The New York Times, escrito por Max Fisher, “son una especie de tarjetas emitidas por el gobierno o credenciales de teléfonos inteligentes que indican que el portador ha sido vacunado contra el coronavirus”, el cual ya ha sido implementado en Israel y sería un requisito para aquellos que las adopten como medida para entrar o salir de un país. Lo anterior ya ha generado controversias en el Reino Unido, Dinamarca, Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea, como una medida de tiranía y discriminación, convirtiéndose en un problema político. El objetivo de la vacunación es que las familias se reúnan tranquilamente, que la normalidad de la vida se recupere, sin riesgo de contagiar a nadie, así como la reactivación económica en muchos sectores afectados como gimnasios, sitios para conciertos, restaurantes y el comercio en general. Es más, algunas aerolíneas- según el artículo- e industrias y destinos turísticos, están esperando su implementación.

Agrega Fisher que “Dividir el mundo entre vacunados y no vacunados plantea grandes preguntas políticas y éticas. Las vacunas llegan de forma abrumadora a los países ricos y a sus grupos raciales privilegiados. Otorgar derechos especiales a los vacunados, mientras se endurecen las restricciones sobre los no vacunados, corre el riesgo de ampliar las ya peligrosas brechas sociales”. En Colombia, van llegando pequeñas dosis, – inclusive con el mecanismo COVAX-, a Nigeria le llegaron dos millones de vacunas, mientas que nuestro país recibe menos de un millón; es un problema de gestión. De igual forma la ANDI ha planteado al gobierno que están en capacidad de comprar las vacunas para inocular a sus empleados, lo cual sería bueno, pero generaría una discriminación para con quienes no poseen empleo, independientes e informales, así como a los estratos más bajos de la población y si implantan el pasaporte de vacunas el problema se agrandaría especialmente para las personas de menos edad, que deseen, necesiten o puedan salir del País, afectando de esta forma la reactivación económica y el turismo.