La Nación
La historia se repite 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS

La historia se repite

Es famosa la frase de Max, en su obra “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, cuando planteó: “La Historia ocurre dos veces: la primera como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”.

Gustavo Petro, primer presidente de izquierda en Colombia, está intentando realizar los cambios democráticos y la paz política que buscaron otros líderes progresistas del pasado como Alfonso López Pumarejo, cuyo gobierno fue bautizado como “La revolución en marcha” y en cuya segunda presidencia fue forzado a renunciar por la derecha coaligada de conservadores y liberales, sin haber cumplido su revolución.

A Jorge Eliecer Gaitán, lo asesinaron el 9 de abril de 1948, poco antes de las elecciones de ese año, para impedir su seguro triunfo electoral y un gobierno de verdadera democracia. Alberto Lleras Camargo, que intentó iniciar una Reforma Agraria, en el primer gobierno del Frente Nacional, fue frenado por la derecha de los dos partidos tradicionales.

Carlos Lleras Restrepo, quien llegó a la presidencia en 1966 decidido a impulsar la Reforma Social Agraria, creó la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), pero los terratenientes de los dos partidos de gobierno frenaron su programa con todas las formas de oposición posibles, frustrando su anhelado propósito. Belisario Betancourt, primero que tuvo el sueño de la paz total en Colombia, inició negociaciones con la Farc, el M-19 y el EPL, pero recibió la más airada oposición de los partidos de gobierno y los grandes empresarios, hasta cuando el M-19, se tomó el palacio de justicia, lo que dio origen a la retoma por parte del Ejército donde murieron 111 personas y hubo 11 desaparecidos entre guerrilleros, magistrados y civiles, dejando la Nación al borde de un golpe de Estado.

Hoy la ilusión de Petro de ganar la paz mediante una negociación con todo tipo de organizaciones armadas ilegales, recibe el repudio de quienes han progresado con la guerra. Lo atacan quienes hicieron de la salud, el más jugoso negocio de empresarios, y quieren seguir en lo mismo. Oligarcas y politiqueros de la derecha ven con preocupación que pueda llegar otro presidente de izquierda y la mejor forma de frenar esa posibilidad es impedir que el actual presidente pueda cumplir el programa que prometió, incluidas las reformas agraria, laboral, pensional, educativa y de salud.

Lo acusan de dictador, lo llenan de desplantes, ultrajes y amenazas, porque saben que a pesar de que este tipo de comportamientos con un jefe de Estado implica delitos contemplados en nuestro código penal y policivo, el presidente quiere ver una oposición tan libre y respetada que se abstiene de cualquier procedimiento contra esos desmanes.

A Colombia, una oligarquía primitiva y una derecha cavernaria le quieren impedir llegar a la modernidad y alcanzar el sueño de la libertad, la equidad social y el pluralismo político. Pero tantas frustraciones del pasado le han dado al pueblo la suficiente experiencia para no fracasar en el actual empeño.