La Nación
¡Las mismas costumbres! 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¡Las mismas costumbres!

Los hechos de la semana pasada que involucraron entre otras: chuzadas, intrigas y deslealtades, evidenciaron que las malas costumbres en el gobierno siguen intactas.

Erróneamente creímos que en un gobierno de izquierda no habría espacio para algunos insanos hábitos, pero fue una simple ilusión, desde la campaña y su posesión, el autodenominado presidente del cambio demostró que estaba dispuesto a venderle el alma al diablo para alcanzar una supuesta gobernabilidad.

En efecto, el pacto histórico incluyó en sus listas y directivas a unos fulanos que han transitado por varios partidos, muy hábiles para la componenda, quienes mostraron de inmediato su avidez por el poder obteniendo cargos directivos en el congreso y en el servicio exterior.

Paralelamente, fue designada en uno de los oficios más importantes de la presidencia, una joven sin ninguna experiencia diferente a ser, precisamente, asistente de uno de los antes mencionados, quien fue acumulando un descomunal poder como servil funcionaria para hacer los trabajos indecorosos del mandatario.

Apenas hubo oportunidad sacaron las uñas y demostraron que quien ha sido difícilmente deja de ser, no solamente abusaron del poder ordenando chuzadas a una extraña empleada presentada como niñera, también fueron descubiertos manejando de manera sospechosa de altas sumas de dinero en efectivo, en este caso en moneda extranjera que supuestamente se encontraba extraviada, y haciendo gastos descomunales en vuelos privados.

Lo que siguió fue el sainete típico colombiano, de un lado del espectro político surgieron las más inverosímiles justificaciones ante los bochornosos comportamientos. Del otro, las más cínicas críticas de quienes en el pasado hicieron lo mismo, mostrándonos que dependiendo quién sea el protagonista del escándalo se califica el hecho.

Tanto la extrema izquierda como la extrema derecha son la misma cosa, hacen lo que sea en el poder, dejan de lado los principios y los valores, no tienen ningún tipo de recato para mentir y justificar las actuaciones de quienes están de su lado, y para destruir a quienes osen denunciar o criticar sus delictivas conductas.

El desgaste del gobierno de Petro avanza rápidamente, cada día son mayores las muestras de incoherencia, y con la primitiva oposición que tiene, seguirá haciendo de las suyas hasta que alguna corte o un organismo de control decida detener su abuso del poder, para lo cual tendrá perfectamente preparado el discurso de víctima del sistema que tanto le gusta.

No hay duda que, en los asuntos públicos, las conductas del gobierno son las mismas de los anteriores, el tan mentado cambio se embolató entre las desmedidas ambiciones de quienes hacen parte del círculo cercano del presidente Petro.

garcia.francisco@javeriana.edu.co