Una alta fuente del ente adscrito al Ministerio de Agricultura, señaló que en los últimos días del mes de diciembre el ministro Aurelio Iragorri se había ‘tomado’ una de las subgerencias de Tierras una de las cinco con que cuenta el Incoder, pasando por encima del gerente general Rey Ariel Borbón, quien se encontraba de vacaciones y del mismo senador Hernán Andrade Serrano, de quien dice es el que ‘quita y pone’, pero que hoy se encuentra fuera del país.
Al parecer se anunció la remezón y que “los contratos que terminaban el último día de 2014 no serían renovados y que quienes desearan continuar se fueran buscando otro padrino político para quedarse en la entidad”.
Las personas que saldrían serían entre 80 y cien, en su mayoría huilenses o de la línea del senador Andrade Serrano.
Esta determinación ministerial sería la ‘crónica de una remezón anunciada’, desde el momento mismo de la posesión presidencial y que ha venido dándose de a poquitos, con la salida de algunos funcionarios, como es el caso del subgerente de Adecuación de Tierras, Hernando Londoño Acosta, quien fue declarado insubsistente el 19 de junio de 2014 pese a haber radicado su carta de renuncia desde el lunes 16 del mismo mes. También se les pidió la renuncia a los subgerentes que habían llegado al Incoder durante la administración de Borbón a otros que venían de pasadas gerencias les hicieron efectiva la carta de renuncia.
Hernán Andrade Serrano.
La fuente señala que “lo que se pretende desde el Ministerio es ‘montar tolda aparte’ y dividir el Incoder en dos institutos independientes, siendo el que se pretende crear el dedicado a todo lo relacionado con el tema de tierras”.
La Subgerencia de Tierras rurales es la encargada de liderar la formulación de la política de tierras, definir criterios para determinar el uso y vocación del suelo rural y administrar los terrenos de propiedad de la Nación; para esto, destina la utilización de los recursos para desarrollar acciones importantes orientadas al acceso de la tierra por parte de la población campesina y vulnerable en todo el territorio rural nacional, a través de la gestión de los procesos agrarios, la titulación de baldíos y el acompañamiento a las comunidades campesinas en sus procesos organizativos para la formulación de planes de desarrollo que benefician a las familias integrantes.