Después que la comisión primera del Senado en la semana que termina da entierro de quinta al proyecto de acto legislativo de unificación de periodos, con la posibilidad de reelección inmediata de gobernadores y alcaldes, despejando las reglas de juego para quienes quieran participar en las elecciones regionales, sin disculpas ni titubeos quien esté convencido de sus aspiraciones tiene que tomar decisiones porque llegó la hora de la verdad, pidiéndoles encarecidamente no contaminar con estrafalaria publicidad visual y auditiva el ambiente navideño, respetando esta bella época decembrina, terminación de año, logros, novena de aguinaldo, nochebuena, compras y estrenos, vacaciones y unión familiar; lo único válido en este mes es alrededor de la reflexión y villancicos con devoción pedirle al niño Dios que les dé sabiduría, oxígeno político y un poco de suerte para ser competitivos en la pista electoral del año entrante; y después del puente de Reyes, ahí sí, destapen las cartas anunciando sus candidaturas a todo timbal y estrategia a bordo para llevar el mensaje a los distantes electores que a estas alturas ven con desdén estos procesos eleccionarios.
Ya no hay caña que valga, al despegar el Año Nuevo esperamos ver las caras de quienes quieren o cuyos nombres se han mencionado para acceder a esos cargos de elección popular, verbigracia gobernación: Carlos Julio, no creo que de aquí allá el Consejo de Estado alcance a habilitar a su hermana; a Cicery, Eugenio Silva, Manuel Macías, Esperanza Andrade, Orlando Beltrán, Carlos Ramiro, Luis Enrique, Consuelo, Antonio Marín, Yesid Ramírez, Aníbal Charry, Ramiro Becerra, Armando Ariza, Armando Cuellar, Jorge Fernando, Géchem, Triana y Héctor Javier, entre otros.
Con la cristiana sepultura de la reelección de alcaldes y gobernadores ha sonado la hora, los huilenses queremos ver en el firmamento de la política comarcana hombres y mujeres con liderazgo, vocación de servicio y sobre todo honrados, sin prontuario judicial y que sean capaces de timonear los destinos de cada uno de los municipios y del departamento en el cuatrienio que se avecina, correspondiéndole la difícil tarea del posconflicto, porque póngale la firma, en el 2015 se suscribirá el acuerdo entre el Gobierno y las Farc en La Habana.
Buen viento y buena mar.