Carlos Eduardo Amézquita
Felicitaciones al Tribunal Administrativo del Huila, quien falló a favor del Río Magdalena este 24 de octubre, y “lo declaró sujeto de derechos, obligando a los próximos gobernantes del Departamento y al Estado colombiano, a construir plantas de tratamiento de aguas residuales para no contaminar más el afluente”.
La noticia se sintió a nivel mundial porque el Rio Magdalena figura como la principal arteria fluvial del país.
La realidad ambiental del Huila es la interacción de cuatro ecosistemas muy dinámicos: El Valle del Magdalena, la Amazonía, el Macizo Colombiano y la cuenca del Pacífico; cobran organicidad sistémica a medida que se expanden y consolidan sus fronteras agrícolas y se internacionalizan sus excedentes productivos.
Regionalmente el Huila (territorio localizado al sur del país) se halla estructuralmente articulado a la hidrografía del “Alto Magdalena” (del “Yuma” en lengua aborigen). Su vocación territorial está determinada por la capacidad demostrada de asimilar inevitables ordenamientos físicos – geográficos y administrativos, que complementan su naturaleza geológica y geopolítica.
La región del Alto Magdalena, denominada “Yuma” por las comunidades ancestrales, significa “Rio Amigo”, “origen de las aguas” según dialecto Pijao y Yanaconia; es también cuna de la cultura Ullumbe (Agustiniana), cuya zona de influencia ha sido declarada por la Unesco “Patrimonio Histórico de la Humanidad” (desde 1995) junto a la Provincia de Tierradentro. Hoy están seriamente amenazadas.
Coletón: Los progresos que muestra el Huila en materia ambiental son sorprendentes. Sólo esperamos que la nueva baraja de funcionarios y legisladores públicos, que arrojó el proceso electoral del 27, posibilite asumir esta realidad y concretar los compromisos adquiridos con su majestad “el Rio Magdalena” y con el bienestar social de los neivanos. Amanecerá y veremos…