La Nación
Márquez, el cínico 1 21 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Márquez, el cínico

José Manuel Acevedo M.

 Volvió a arremeter Iván Márquez contra el acuerdo de paz que él mismo ayudó a confeccionar. Dijo que “fue un error pactar la dejación de armas antes de asegurar el acuerdo de reincorporación política, económica y social de los guerrilleros”. Desde la clandestinidad, sin poner la cara, sin dársela siquiera a sus bases, tira la piedra y esconde la mano; evita responder por los señalamientos que desde Estados Unidos está haciendo su sobrino, Marlon Marín, y, en cambio, busca enrarecer el ambiente, justificar su ‘fuga’ y resquebrajar la confianza de algunos guerrilleros que sí están cumpliendo con su proceso de reincorporación. Quiere generarle un daño al Estado y poner contra las cuerdas a sus compañeros que andan en plan de hacer auténtica política, como lo ha reconocido el propio Álvaro Uribe en el Congreso, y seguramente no tardará en llamarlos “vendidos” por no hacer lo que él está haciendo: esconderse para no responder por sus delitos históricos pero, sobre todo, para no dar cuentas por sus delitos recientes.

¡Claro que el Estado ha cumplido!, incluso contra el pronóstico de quienes creyeron que lo primero que haría Iván Duque al llegar al poder sería volver trizas el acuerdo. En muy completa respuesta el Alto Consejero para el Posconflicto, Emilio Archila, desmintió varias de las declaraciones que el exjefe negociador de las Farc formuló. Dijo, por ejemplo, que 9 de cada 10 excombatientes recibe un auxilio mensual para su sustento; que 10.000 están en régimen pensional y el 98% está inscrito a salud y que hay en el registro 13.031 excombatientes que reciben atención del gobierno. Tan han cumplido que los cheques se giran incluso sin saber si algunos de sus beneficiarios reciben con la mano derecha el subsidio y con la izquierda algún sobresueldo de una Bacrim.

Márquez, por el contrario, no ha comparecido personalmente la primera vez ante la JEP, dejó tirado su pomposo cargo de Senador de la República y se siente más cómodo al lado de ‘El Paisa’, que con sus excolegas que acuden al parlamento y están cumpliendo con aquello de cambiar las armas por los votos y la política, con todo y que estemos lejos de que nos gusten sus posiciones.

Márquez es un cínico y, con suerte, sus propios compañeros lo irán dejando solo y el país continuará ratificando sus peores sospechas frente al que llamaban el negociador más duro de las Farc; el que, en realidad, nunca estuvo interesado en hacer la paz.