La Nación
Más allá de refinamientos y reglas de etiqueta 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Más allá de refinamientos y reglas de etiqueta

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua convivir significa «vivir en compañía de otro u otros». En su acepción más amplia alude a la coexistencia armoniosa en un mismo escenario. Por tanto si aspiramos a cultivar una convivencia saludable resulta imperioso desplegar habilidades sociales que permitan alcanzar un verdadero equilibro en los diversos contextos.

Partiendo de esta consideración cobra fuerza el concepto de normas de comportamiento social que si bien no se hallan enunciadas explícitamente, sí deberían ser adoptadas por todos los individuos dentro de lo que constituye el «deber ser» en aras de procurar una interacción armónica y funcional, más allá de refinamientos, protocolos y reglas de etiqueta.

Es de señalar que si bien la primera aproximación con las buenas formas se inicia en la familia desde su labor formativa y como escuela de preparación para la vida, son muchas las personas que adoptan patrones de conducta inadecuados que a la postre se convierten en hábitos que parecieran normalizarse, pero que en realidad van en contravía de las buenas maneras, como expresión de consideración hacia los demás. No en vano así lo reza el proverbio chino: «todos estamos hechos del mismo barro pero no del mismo molde».

Expulsar ruidos corporales frente a otras personas. Hablar con la boca llena mientras se está comiendo. Toser o estornudar sin cubrirse la boca. Usar palillo en la mesa para remover alimentos. Orinar o escupir en la calle o en espacios públicos. Estas y muchas otras, son apenas la punta del iceberg de un sinfín de inaceptables prácticas cotidianas -con ocurrencia en todos los niveles sociales- que a más de alterar cualquier contexto de  convivencia, quebranta el principio fundamental del respeto, piedra angular de la vida en común.

Partiendo de esta premisa, las normas de comportamiento se constituyen en la bitácora que orienta la consistencia de nuestras acciones. Por tanto, si te sientes aludido con alguna de estas u otras nefastas prácticas resulta imperativo tomar los correctivos pertinentes, ya que como alguien lo expresara: «la educación se transmite por contagio, y todos somos responsables de extender esta pandemia».