Reinelda Córdoba, una mujer de 26 años dio a luz a su hijo en plena vía pública, porque el portero, las enfermeras y el médico de turno en el puesto de salud del corregimiento de Bruselas, se habían quedado dormidos. Reinelda Córdoba, una mujer de 26 años dio a luz a su hijo en plena vía pública, porque el portero, las enfermeras y el médico de turno en el puesto de salud del corregimiento de Bruselas, se habían quedado dormidos. RODRIGO ROJAS GARZÓN LA NACIÓN, PITALITO Debido a la presunta negligencia de las personas que prestaban turno en el puesto de salud de Bruselas, Reinelda Córdoba tuvo que recostarse a un andén de la calle principal del pueblo para parir a su hijo. La mujer y su bebé estuvieron ad portas de morir, a no ser por un vecino del sector quien acogió a la joven y al recién nacido en el seno de su hogar y los defendió de una jauría de perros que acudieron al sitio ante el olor a sangre. En la madrugada hacia las 4:00 a.m. acompañada de su progenitora, la embarazada se dirigió hasta las instalaciones del puesto de salud de la ESE Manuel Castro Tovar, debido a que se encontraba con dolores de parto. Pero cuál sería su sorpresa al llegar al centro asistencial, donde después de golpear insistentemente las puertas y gritar auxilio, ni un alma salió. “A las 4:00 a.m. en punto estuvimos en el puesto de salud, con unos dolores muy fuertes, durante una hora mi mamá y yo estuvimos llamando y tocando las puertas pero nadie salió. Entonces nos regresamos para nuestra casa en el barrio Los Lagos, en el camino me empezaron los dolores más duros, en ese momento nos salieron unos perros, fue cuando salió un señor y me dijo que me entrara a su residencia, pero no alcancé, apenas llegué al andén se me vino el bebé en plena calle”, expresó Reinelda. Los perros los despertaron El infante cayó al piso del anden, de inmediato fue recogido por su abuela con mantas que le suministraron en el vecindario y limpió la sangre al recién nacido. La algarabía de los perros y de la gente del lugar no se hizo esperar, dañando el placentero sueño de las enfermeras y el médico del centro asistencial, que acudieron a curiosear a qué se debía el bullicio y el tumulto de la gente. Al mirar la escena donde la mujer y su bebé estaban tirados en un colchón que les suministró el dueño de la casa, fue entonces cuando procedieron a cortarle el ombligo al recién nacido y los llevaron hasta las instalaciones médicas. Quince minutos más tarde le brindaron asistencia médica a la materna, que debido a factores climáticos y de higiene al momento del parto, se complicó su salud. Madre e hijo fueron remitidos de urgencia al Hospital Departamental San Antonio del Municipio de Pitalito. “A mi hijo y a mí nos remitieron al hospital del municipio de Pitalito, porque estábamos muy mal, estuvimos hospitalizados por cinco días”, relata la madre. A la joven de 26 años de edad le realizaron un legrado para salvarle la vida, de no ser intervenida oportunamente habría podido morir, por la falta de responsabilidad del vigilante, médicos y enfermeras que estaban de turno. Se quedaron dormidos “Todos los que estuvieron esa noche de turno se quedaron dormidos, varias de las enfermeras me pidieron disculpas por lo sucedido. Por falta de estar cumpliendo con sus funciones estuvo en riesgo la vida del niño y la vida mía. En Pitalito me quisieron hacer firmar un papel donde decía que mi hijo había nacido en el puesto de salud, yo no he firmado ninguno de esos papeles que me pasaron”, expresó indignada. Señaló que después de que se presentara la mala atención en el centro de salud, algunos de los funcionarios del centro asistencial iniciaron una campaña en búsqueda de que el Bienestar Familiar le quite la custodia de su bebé. “Por malas informaciones, el Icbf ha tratado de quitarme el niño, porque del puesto de salud los habían llamado a decir que yo no quería a mi hijo, que no le daba de comer, señalaron que yo estaba loca. Yo lo que les pido es que pongan más atención y que sean más responsables en el ejercicio de sus funciones, para que no coloquen en riesgo la vida de las personas que llegamos a solicitar que nos atiendan”, expresó Reinelda. Jaél Córdoba Quinallas, madre de la denunciante, dijo que “estamos reclamando que mejoren la atención en este puesto de salud, que está para el servicio de la comunidad y no para que contribuyan en colocar en riesgo la vida de sus usuarios, como le pasó a mi hija y mi nieto. Porque así como a ella le pudo pasar, a cualquier mujer que llegue a que le presten el servicio de asistencia en su parto, le puede pasar”. Adelmo Macías, vecino del sector, también se pronunció: “Yo le pido al señor gerente y los funcionarios del puesto de salud que atiendan mejor a los usuarios, que no esperen a que hayan personas muertas para que luego tomen acciones, como el caso de la señora, donde ella estuvo en peligro de muerte con su hijo”. 
Reinelda Córdoba dio a luz en un andén porque en el puesto de salud estaban durmiendo y no la atendieron. 
Jaél Córdoba Quinallas, madre de la denunciante. 
Adelmo Macías, vecino del sector.
